En el primer tiempo empezó mejor el local, que avisó con un cabezazo afuera desde una inmejorable posición de Ramón Ábila. Pero Wanchope se iría lesionado enseguida y logró emparejar el Fortín, que sin embargo no llegaba al área contraria.
Pero más tarde se complicó Emiliano Amor al intentar controlar un pelotazo y le sirvió la pelota a Ignacio Pusetto, a quien bajó en el área cuando se le escapaba rumbo a César Rigamonti. A los 24 minutos, Mauro Bogado no perdonó con un tiro fuerte y alto y puso al frente al Globo.
El golpe se sintió fuerte entre los visitantes, que perdieron la brújula y le devolvieron el dominio a un anfitrión que no lo aprovechó del todo y sólo amenazó con un disparo desviado de Pusetto. El complemento arrancó en la misma tónica, y se lo perdió Patricio Toranzo con un tiro alto y Fernando Coniglio, el reemplazante de Wanchope, con un remate bajo y desviado.
Mientras los de Gustavo Alfaro empezaron a conformarse con la diferencia, los del Negro Gómez aprovacharon para crecer, manejar la pelota en tres cuartos de cancha y encontrar alternativas con los ingresasos de Jonatan Cristaldo y Jorge Correa, quien tuvo la más clara con un intento de media distancia.
Esa levantada del final no le alcanzó a Vélez para torcer su rumbo pese a merecer algo más. Huracán logró una victoria clave en su lucha y dejó al Fortín al borde del abismo.