Policiales Paraná

Docente recibió piedrazo en el rostro: tuvieron que hacerle 10 puntos de sutura

Manifestantes que cortaban la calle en el puente Eva Perón en Paraná agredieron a la directora de un establecimiento educativo. La mujer regresaba de la institución cuando recibió un piedrazo que le ocasionó un corte en la frente.
Una docente resultó herida tras recibir el impacto de una piedra el miércoles a la noche. Sucedió en la intersección de Ituzaingó y Florencio Sánchez de la capital entrerriana, en momentos en los que vecinos de la zona cortaban el tránsito en reclamo por anegamientos causados por las intensas precipitaciones. La mujer volvía de la escuela donde es directora.

Los manifestantes reclamaban colchones, chapas, nylon, entre otros pedidos. La policía les pidió que corten sólo una mano de la arteria, para que se pueda continuar con la circulación de vehículos, aunque sea de manera parcial, lo que originó una serie de disturbios.

Según informaron desde la Fuerza de Seguridad, en esas circunstancias, un menor de edad comenzó a arrojar piedras a un patrullero y una de ellas impactó en la frente de la mujer, que circulaba justo en ese momento en su vehículo Fiat Punto. El autor salió corriendo hacia el interior de barrio Las Flores mientras que la docente fue trasladada al centro de salud Carrillo para su atención. Tuvieron que realizarle 10 puntos de sutura.
Preocupación de la comunidad educativa
Integrantes de la institución educativa ubicada en barrio Anacleto Medina, donde la educadora desarrolla sus tareas, señalaron al respecto: “Quienes formamos la comunidad educativa de la escuela de gestión social Pablo De Tarso y los miembros de la Fundación Presencia Presente, manifestamos nuestra preocupación por un acto de agresión sufrido por la directora de la institución, profesora Melisa Marichal, quien fue violentamente agredida el miércoles por personas que se encontraban cortando el puente Eva Perón, a la altura de calles Ituzaingó y Florencio Sánchez de Paraná. La docente, sufrió un corte en la frente que demandó diez puntos de sutura".

Resaltaron al respecto que “quienes conocemos su trayectoria en la geografía de Anacleto Medina y San Agustín, desde el ámbito educativo, sabemos que Melisa ha realizado su trabajo con un pie en la escuela y otro en las calles, caminando el barrio, siempre interesada en brindar un mejor presente y futuro a los jóvenes, en contacto permanente con sus respectivos entornos familiares. Siempre desde la preocupación sincera y la generosidad, destinó recursos, tiempo y entusiasmo en desarrollar su trabajo, a partir de la educación como pilar fundamental de toda organización social.”

Pusieron de relieve que “es de una notable gravedad el hecho de que la violencia esté presente como elemento naturalizado, como un componente más del paisaje urbano y social, y que aparezca como cotidiana. En este caso, la agresión se hace presente a partir de la incapacidad extrema de no poder resolver los reclamos con otro camino que no sea la violencia y el patoterismo; y también de un Estado, cuya ausencia demora las respuestas a las necesidades y reclamos de los sectores vulnerables de la sociedad, contribuyendo también a generar este tipo de situaciones”.

Asimismo, pusieron de manifiesto que, “un hecho de semejantes características, es un impulso para revalorizar, como comunidad, el trabajo que día a día se hace desde la escuela para crear nuevos hábitos de vinculación y de oportunidades para los chicos y familias que transitan la escuela. Buscamos que este hecho se transforme en una oportunidad para seguir haciendo docencia, con un pie en la escuela y otro en el barrio, transformando la violencia en diálogo, el diálogo en concientización, y la concientización en empatía hacia el otro, buscando también mirarnos y reconstruirnos a nosotros mismos como actores sociales”.

“La sociedad que no queremos es la que cotidianamente buscamos cambiar desde las aulas, recorriendo las casas de nuestros alumnos, indagando en sus necesidades y dando lo mejor de nosotros en nuestra labor. La educación es una herramienta emancipadora y transformadora, y tenemos que estar convencidos de que las aulas son nuestro espacio de lucha. No buscamos enfrentarnos con las personas que agredieron a Melisa, sino con las aristas espinosas de un sistema que termina generando relaciones más pobres, ignorantes, violentas y deshumanizadas, por las cuales nuestros vecinos terminan enfrentados entre sí”, señalaron en el escrito.

Además, consideraron que “el objetivo es que la injusticia nos ponga en movimiento, y nos encuentre en el camino para decirles a nuestros jóvenes que otra clase de vida es posible, y animarlos que ellos mismos busquen esos nuevos horizontes, esparciendo esa esperanza como semilla para otro tipo de sociedad sea posible”.

Finalmente, se solidarizaron “con Melisa y esperamos que pronto pueda recuperarse para seguir contagiándonos de ese entusiasmo, para hacer del barrio y nuestra escuela, un semillero de personas de bien", mencionaron desde la institución educativa”.
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