Paraná Rutina diaria

Alumno ejemplar: niño recorre siete kilómetros a pie para llegar a la escuela

Es de Paraná se levanta temprano y desde las 5:30 recorre el camino para llegar a la escuela Nº 58 “Poeta Mastronardi”. Elonce dialogó con dos docentes de la institución para conocer su historia.
Una historia conmovedora ocurre de lunes a viernes en la ciudad de Paraná en la que un alumno recorre a pie un trayecto de al menos siete kilómetros desde el borde costero para llegar a la escuela Nº 58 “Poeta Mastronardi”, ubicada en calle Fraternidad y Londero. Es un camino de tierra, donde su uniforme comúnmente se mancha y sus zapatillas sufren el desgaste diario. Haga frío o calor, llueva o sople viento, siempre está con una sonrisa listo para un día de clases.

Llega a las siete, siempre en compañía de su padre, quien luego vuelve para ir a retirarlo al horario de salida. Por esa razón, los docentes de la institución, Daniela Rodríguez y Luis Miró, hablaron con Elonce para ir en búsqueda de una respuesta de las autoridades municipales y/o provinciales.

En primer lugar, la docente comentó cómo es la situación: “Es una cruzada que hemos iniciado desde la escuela por este estudiante y siete más que vienen de la misma zona. Algunos tienen bicicleta, pero este alumno, que es de primer año, lo hace a pie junto a su papá”.

A modo de ejemplo, recalcó lo que sucedió con una alumna: “Hace dos años teníamos otra estudiante que tuvo que dejar, no pudo seguir sus estudios, retomó este año con la misma condición de venir caminando. Es una situación que nos preocupa bastante”.

A su vez, recalcó cómo funcionaba el transporte en la zona donde el niño suele recorrer y en qué situación se encuentra actualmente: “Hace unos cuantos años, cuando comencé había un transporte que los buscaba y los traía. Se pagaba a través de una beca de transporte que lo pagaba el Consejo General de Educación (CGE). Después se cortó porque hubo unos años en los que no teníamos estudiantes de la costa. Hace unos años que de nuevo tenemos estudiantes que vienen desde ese lugar a la escuela”.
Más allá de la historia de vida, negaron todo tipo de posible solución: “Las gestiones están hechas desde la institución, pero hasta el día de hoy no tenemos ninguna respuesta al respecto. En la escuela secundaria no funciona el transporte hace muchos años”.

Sobre el recorrido que hace a diario, la docente calculó que realiza “entre siete y nueve kilómetros” junto a su padre, que luego vuelve a hacer el mismo trayecto para buscarlo en el horario de salida del colegio. En ese sentido, agregó: “El papá lo acompaña a la entrada y a la salida vuelve para esperarlo para irse con el de nuevo a su casa”.

Acerca de su desempeño, los docentes manifestaron su admiración por el niño, a pesar de la distancia recorrida. Lo describieron como “un excelente alumno” y que “siempre está predispuesto y muy prolijo”.

Al mismo tiempo, señaló que lograron conseguirle bicicleta a cuatro chicos que llegan desde esa zona del borde costero. Sin embargo, no se quedan de brazos cruzados y exigen al CGE acatar sobre este asunto: “Estamos viendo si podemos conseguir una bicicleta para él y su papá para que por lo menos puedan acortar el horario en el que llegan a la escuela”.

Luis Miró, por otro lado, apuntó al “tiempo” que pueden ganar de conseguir la bicicleta, en relación a la persona que se maneja a pie. Además, se confirmó que el niño ni su padre reciben ningún aporte del Estado. “Estamos gestionando todo”, explicó Rodríguez.
Asimismo, incorporó a la rectora, que “está haciendo todo lo posible” para que la historia del niño de primer año pueda recibir alguna ayuda. Por otro lado, aseveró en qué podría perjudicarle en caso de que no se consiga alguna bicicleta: “La realidad es que es una trayectoria en riesgo y no queremos que deje la escuela por las condiciones extremas que vive él y su familia”.

En cuanto al reclamo, la docente subrayó que hasta presentaron una nota al Ministerio de Desarrollo Social porque “no solo se trata de la parte pedagógica, sabemos que sus condiciones en general no son buenas”.

Además, en la carta que escribió la docente y llegó a Nunca es tarde sostuvo la docente que se reciben donaciones de zapatillas en buen estado, como así también indumentaria y abrigo tanto para el niño como para el padre que realizan la trayectoria hasta el establecimiento educativo.
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