Sociedad La historia de Santino

El nene que recibió costoso tratamiento se recupera: “Mis huesos están limpios”

Con 5 años, a Santino le diagnosticaron cáncer. El tratamiento a realizarse en España costaba 400 mil euros que sus padres lograron juntar gracias a la solidaridad de la gente. Ahora el nene está casi curado: “Mis huesos están limpios”.
En octubre del año pasado le habían diagnosticado cáncer. Sus padres iniciaron una colecta y en un mes y medio lograron juntar el dinero necesario para viajar a Barcelona para que el niño realice el tratamiento que necesitaba para curarse. Desde España, contaron cómo se recupera.

“Mis huesitos están limpios”, afirma Santino desde el departamento de Barcelona donde pasa sus días de tratamiento y remisión. Cecilia y Juan –su mamá y su papá- hace menos de 24 horas recibieron la noticia de que su hijo está “casi curado” y con muy buen pronóstico para los meses que se vienen.

Santino tiene cinco años, es de Río Cuarto (Córdoba) y fue diagnosticado a fines del año pasado con un neuroblastoma, un tipo de cáncer que en general se da en niños y adolescentes. Había metástasis en por lo menos nueve lugares distintos de su cuerpito y necesitaba un tratamiento urgente que no existe en la Argentina y solo es posible en Estados Unidos o España. ¿El costo? Un imposible para cualquier familia argentina: casi 400 mil euros que se deben depositar de forma completa para acceder a la terapia.

Los Vergara y sus hijos nunca habían viajado en avión y ni siquiera tenían pasaporte. Tampoco semejante cantidad de plata. En medio del shock por la noticia de la enfermedad y de lo que necesitaban juntar de plata, tomaron la decisión de que iban a viajar a España lo antes posible. Diciembre fue el mes bravo, intenso, vacilante.
La colecta por Santino
Cecilia cuenta que pensó que no iban a lograrlo. Juan –en cambio- se tuvo fe. En 42 días lograron juntar la plata porque estuvo lo mejor que tiene nuestro país: la solidaridad y la gente. La familia se convirtió en un Quijote armado conteniendo y buscando la plata.

Los vecinos de Río Cuarto armaron cadenas eternas para sumar peso por peso. Los compañeritos de jardín de Santino salían todas las tardes a la plaza y con alcancías pidiendo ayuda a los vecinos. Las mamás y los papás se vestían de Papa Noel para que sea un diciembre solidario. El país entero ayudó a la hazaña.

Sin más tiempo que perder, Cecilia dejó su trabajo, Juan vendió el pequeño negocio, armaron las valijas y se marcharon a buscar la salud que estaban necesitando para su hijo. Más allá del dinero hubo gestos inmensos de acompañamiento. Unas monjas españolas prestaron el departamento y hasta una vecina cordobesa que vive en el mismo piso sorprendió a los recién llegados con unas ricas empanadas para que no extrañaran tanto.

El matrimonio no se cansa de agradecer que todos hayan hecho posible este presente de Santino. De los nueve focos de metástasis solo queda uno y casi difuso. El nene hace vida normal y ya pasaron los días de fiebre, decaimiento y debilidad.

“Queremos que la gente sepa cómo está Santino hoy, qué paso con el diagnóstico, qué nos espera hacia adelante. Es necesario que la gente sepa qué paso con lo que ellos hicieron posible”, dice Cecilia.

Juan acota que además necesitan contarlo porque es una inyección de confianza para muchas mamás y muchos papás que tal vez en este momento necesitan ayuda para el tratamiento de sus hijos. “Queremos que todo lo que pudimos hacer en conjunto con miles de personas pueda animar a otras personas que recién están empezando el camino de la ayuda”. (TN)
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