El delantero, con el dorsal N° 30, corrió desde la derecha al centro con el campo abierto y Gueye proyectándose por el carril, ofreciéndose para el centro o para llevarse la marca y propiciar el enganche de la Pulga hacia el centro para el remate. Sin embargo, Leo puso el freno, retrocedió y tocó hacia atrás, cuando tenía otras opciones. La respuesta a su actitud estaba en el aficionado que apareció desde atrás de uno de los arcos: el hombre se le acercó, lo tomó de uno de los hombros y le habló. Enseguida intervinieron los agentes, mientras el punta se alejaba de la escena.
A Leo, de 34 años, la situación le generó incomodidad y fastidio, dado que le cortó una acción potencialmente peligrosa, en un momento del partido complejo, dado que el PSG se había quedado con 10 hombres por la expulsión de Hakimi, a instancias del VAR.
El partido se jugó en una verdadera caldera, con los aficionados del Marsella generando un clima hostil para el PSG. Messi fue el más silbado a la hora de los anuncios de las formaciones. Y cada tiro de esquina fue una tortura para el conjunto visitante. De hecho, Neymar y Leo tuvieron que correrse en más de una oportunidad para esquivar la lluvia de proyectiles. En cada envío, agentes de seguridad, con escudos y redes, los rodearon para que los objetos contundentes no impactaran en su humanidad.¡REALMENTE INSÓLITO! Un hincha burló a la seguridad, se metió dentro del campo de juego y frenó un avance de Messi en el Clásico entre PSG y Marsella en la #Ligue1xESPN. ?? pic.twitter.com/ss9VaE516Y
— SportsCenter (@SC_ESPN) October 24, 2021
En el contexto de un encuentro intenso, de ida y vuelta, parejo, pero que ofreció dificultades para ambos elencos al momento de elaborar jugadas de riesgo, Mauricio Pochettino apostó por el cuarteto de estrellas conformado por Ángel Di María, Lionel Messi, Neymar y Kylian Mbappé, más Verratti por detrás de ellos. Sin embargo, la plena concentración de los orientados por Sampaoli impidió el cierre de varias acciones con aroma a gol.
La Pulga contó con dos chances favorables para convertir. Primero, a los 26 minutos, con un cabezazo franco, dentro del área chica, que no logró direccionar, le salió al medio y propició la atajada del arquero Pau López. La situación se dio tras un centro de di María que rebotó y desorientó a sus adversarios. Luego, con una combinación con Mbappé, muy parecida a la que terminó en grito ante el Manchester City, por la Champions League. Pero, esta vez, su remate se fue ancho.
Además, Messi le regaló dos asistencias ajustadas a Mbappé, una en cada tiempo. En una, no logró controlar con seguridad y se le fue larga, cuando llegaba a las barbas del arquero. En la otra, Saliba le arañó la pelota justo cuando se acomodaba para definir. Y en una jugada que podía resultar clave... El intruso se vistió del mejor defensor del Olympique de Marsella, para asegurar el 0-0.