“Las grandes sequías del río Paraná tienen una tendencia de durar hasta dos o tres años”, fundamentó el titular al INA al comparar que debido a que “la bajante del año pasado se extendió hasta este año, es probable que, si la situación meteorológica se mantiene, haya una situación similar durante el próximo año”. En ese sentido, Bertoni comunicó que, de extenderse la bajante durante 2022, junto a los operadores de las siete provincias litoraleñas se “verificará la cantidad y calidad de agua para abastecimiento, no porque deje de ser potable, sino porque al tener mayor contenido salino, la población reacciona negativamente sobre esa variación”. Respecto a la navegación, refirió que “dado que hubo un repunte artificial, mejoró la situación tanto en la ruta barcacera como para la oceánica”. “En la ruta oceánica, desde La Plata a Rosario, se registran operaciones de falso flete es decir que los buques no están saliendo con sus bodegas completas”, acotó.
En relación al río Uruguay, Bertoni comentó que “atraviesa una situación diferente a la del Paraná, con niveles por debajo de lo normal, pero ya ocurrieron precipitaciones importantes hacia el este de la cuenca del Plata, en la parte alta del río Iguazú y Uruguay”. (Elonce)