Desde Prefectura confirmaron a Elonce que este domingo, frente a Paraná, el río llegó a los 22 centímetros. En una semana perdió casi un metro y se acerca lentamente a mínimos históricos registrados durante el año pasado. La falta de lluvias, sumada a la sequía que se vive en Brasil, hacen que no se generen excedentes hacia los ríos.
Semanas atrás se aplicó en varias ocasiones la operación “Ventana de Agua”, llevada a cabo por la Central Hidroeléctrica de Itaipú, con el objetivo de elevar la altura del río Paraná a un metro y garantizar la navegabilidad. El efecto duró algunos días y luego el caudal comenzó a bajar considerablemente. Una nueva “ventana” aún no está confirmada, en un escenario más crítico porque Itaipú ya sufre la menor cantidad de agua en su embalse, debido a la falta de precipitaciones aguas arriba.
“La tendencia climática regional, con horizonte al 31 de agosto presenta una perspectiva negativa, con baja probabilidad de una recuperación en los próximos meses, por lo tanto, durante este mes podrían volver a presentarse valores en el caudal muy inferiores a los normales, próximos a los mínimos históricos”, alertaron a Elonce.