La sangre de San Genaro que se licúa cada 19 de septiembre le otorga religiosa veracidad al santo patrono napolitano, como cada una de las gestas de Diego son merecedoras de una ofrenda pasional como pocos pueblos pueden dar.
Si acá solemos ufanarnos con frases del estilo "en Europa no se consigue", el napolitano se paró firme en una expresión similar, aunque con un ligero cambio: "En el Norte no se consigue".
Ese campeonato ganado, el primero, hace 34 años, representó el scudetto. Esto quiere decir que cada campeón del Calcio (el torneo italiano de Primera División) luce en la temporada siguiente el escudo de Italia estampado en su pecho, ése es su honor.
Un curioso honor, en este caso, considerando que siempre el Sur mira hacia el Norte desde abajo y no sólo por una simple cuestión de ubicación en el planisferio.