Sociedad A una semana de su muerte

Un sacerdote reveló las últimas confesiones que le hizo Maradona

El cura de la Parroquia María Auxiliadora de Berisso contó detalles de su último encuentro con el ex entrenador de Gimnasia La Plata. Tras pedir la bendición, el Diez le dijo "que lo único que quería era paz".
La muerte de Diego Maradona dio espacio a que trascendieran una infinidad de aspectos de su intimidad. Algunas muy sorprendentes como es el caso del cura de la Parroquia María Auxiliadora de Berisso, Gustavo Rubio, quien contó detalles de su último encuentro con el ex entrenador de Gimnasia La Plata.

El sacerdote reveló cómo fue el encuentro y cuáles fueron las solicitudes del 10, que falleció el 25 de noviembre, a los 60 años. "Diego me pidió que lo bendijera a él para lo que fuera a vivir. Me dijo que lo único que quería era paz", aseguró.

Y agregó: "Cuando llegamos lo esperamos un rato, y cuando nos encontramos me llamó mucho la atención que me pidió que lo bendijera a él y al equipo de parte de Dios, pero a él en especial para su vida y lo que viviera de ahí en adelante".

"Yo llevé el óleo para la unción de los enfermos y cuando saqué el frasco me dijo: «¡uh el aceitito!»", aseveró. En ese sentido, contó que Diego le reveló que cuando a su mamá, Doña Tota, "la vida se le ponía muy dura iba a la parroquia y el cura le daba «el aceite» para llenarla de fuerza y salir adelante".

Según el testimonio de Rubio, Maradona le contó de su acercamiento a la Iglesia y su encuentro con el Papa Francisco en Roma, cuando le regaló una camiseta. También le dijo que "estaba agradecido con la vida, con Gimnasia, por tener un lugar donde ser acogido; y que lo único que quería era paz".

"Uno tiene la imagen superficial de Maradona de lo que uno ve en la televisión, en los diarios y me impresionó mucho encontrarme con el hombre, con un semejante, y pidiendo paz "para lo que Dios me regale de vida de aquí en adelante", replicó el sacerdote sobre las palabras del Diez.

Además, recordó: "Diego me recibió, me llevó aparte y ahí charlamos a solas. Le di el sacramento, lo bendije y después le di la bendición en general al equipo. Para mí fue muy fuerte porque Maradona es tan grande como persona, como jugador, que realmente me emocionó mucho verlo pequeño con esta necesidad, diciendo «quiero paz»".

Y reveló: "Diego me dijo, con sus palabras: «Yo me mandé muchas cagadas en la vida, muchas, y me arrepiento, pero tuve cosas buenas», y habló de afectos y del fútbol. A mí me impresionó que Diego pudiera reconocer las faltas, las macanas que uno se manda, y me dijera: «Yo no soy ejemplo para nadie». Era importante que quisiera reconocer sus límites y su pequeñez".

Por último, contó que "cada vez que Diego hablaba de sus padres lo hacía con mucha admiración, con mucho cariño, se le llenaban los ojos de lágrimas. Maradona me contó que su vuelta a la Iglesia estuvo inspirada sobre todo por la vida y fe de su madre, que ella aprendió la fe simple y quería ponerla en práctica".
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS