"Soy un pequeño granito de arena. Acá ha trabajado muchísima gente, que sigue estando en el barrio y ya no puede participar. A esto se lo debemos a la comunidad, a los peregrinos. Ellos han levantado la iglesia. Nosotros somos servidores. Nos tenemos que resignar a esto. Hacer lo que nos dicen y cuidarnos", expresó. Recordó que "acá los 7 de agosto se trabaja mucho, pero en esta oportunidad estamos muy limitados. Es la primera vez en más de 40 años que el santo no sale. Pienso que después, cuando todo esto pase, haremos una gran fiesta", se esperanzó. La imagen más venerada
Sobre la historia de la imagen que es tan venerada en la capital entrerriana, María relató: "Según cuenta la gente que la compró, la habían encargado unos judíos y, cuando la fueron a ver no la quisieron, porque no era del tamaño que ellos esperaban. Nosotros, con el padre Castellaro, en aquel entonces, y la comunidad, habíamos juntado lo que se podía. Y bueno, para no perder la imagen, nos dieron esta, que es la que veneramos y es milagrosísima", enfatizó emocionada, para cerrar diciendo: "Que Dios los bendiga y cuídense". Elonce.com