Otro detalle de los videos de Beirut muestras que primero llega el impacto de la explosión y luego se escucha el ruido. Esto se debe a que la onda de presión se desplaza más rápido que la velocidad del sonido, es decir que se mueve a más de 1000 kilómetros por segundo. Por eso, lo primero que se siente es el impacto del aire, el cual puede provocar serios daños y víctimas, y luego escuchamos la explosión, detalla el sitio Meteored.
Algo similar, pero a menor escala, ocurre cuando cae un rayo. La descarga eléctrica también produce una onda expansiva generada por la diferencia de presión que puede llegar a provocar daños en los órganos internos si cae cerca.
Otras Nubes de Wilson
Hay otras situaciones en las que se puede observar esta extraña nube. Unas de ellas es durante los vuelos sónicos. Cuando el avión alcanza la velocidad del sonido se produce un cambio repentino en la presión, generando un enfriamiento del aire y la formación de una nube. Pero en este caso en particular, como el objeto que produce la onda expansiva se está moviendo, la nube no tiene forma de domo sino que se parece a un cono acostado. En ciertas ocasiones, cuando el aire no tiene suficiente humedad, no se genera la nube de Wilson pero igualmente se puede detectar la onda expansiva. De la misma manera que sucede cuando hay humedad, se produce un cambio abrupto de la densidad del aire afectado, lo que significa que la luz se refracta de forma diferente a ambos lados y crea una línea nítida en el aire que viaja justo por delante de la onda de presión destructiva.