Espectáculos Fund, en Elonce TV

Once Directores: "El embudo está hoy en la exhibición y la distribución"

"Hoy se compite por la atención. Vos necesitas que alguien tenga ganas de dedicar tiempo para ver una película, primero, y después que se dediquen a ver tu película" afirmó en Once Directores el realizador Iván Fund.
Video: El ciclo "Once Directores" proyectó "Vendrán lluvias suaves", de Iván Fund
Una nueva emisión del ciclo Once Directores, dedicado a los realizadores audiovisuales de la región, se pudo disfrutar en la noche de este martes, por la pantalla de Elonce. También se puede ver los sábados a las 21.30.
En esta ocasión, se abordó la experiencia del realizador Iván Fund, que entre otras cosas, se refirió a su largometraje "Vendrán lluvias suaves". Este film fue ganador del premio del jurado en el Festival de Mar del Plata.
"Vendrán lluvias suaves" es una película "que filmamos a principios de 2017. Desde que empezó este proyecto hasta que finalmente se estrenó en 2018, pasaron unos cuatro años o cinco años. Era una película que tenía ganas de hacer para nuclear algunos intereses que tenían que ver con el tipo de cine que a mí me gustaba de chico. Las películas que había hecho antes se corrían de este tipo, transitaban en una zona más entre lo documental y la ficción, de un cine más de autor. Con esta película quería atravesarla, con todo lo que yo había aprendido en estos años, con una historia y con cierto imaginario y ese cine que a mí me llevó a querer hacer cine, de aventuras, de ciencia ficción, fantástico. Había un deseo de reencontrarme con el cine que a mí me hizo querer hacer cine, mezclado con las ganas de 'laburar' con un elenco de niños", afirmó en Once Directores, Fund.
En el mismo sentido, confió en que la película "toma inspiración en un cuento de Ray Bradbury, el cuento a la vez está inspirado en un poema de Sara Teasdale. Es un poema en el que ella retrata la posguerra, de un mundo que termina y como la naturaleza sigue su camino. Mi idea fue tirar todos esos hilos, con una visión más optimista. Nuestra intención era pensar en qué pasa si se puede barajar de nuevo".
Iván Fund es dueño de una filmografía prolífica, donde se destacan El asombro (2014) y Toublanc (2017). Nació en el pueblo santafesino de San Cristóbal y luego se crió en otro pueblo: Crespo (Entre Ríos), donde filmó buena parte de sus films.
"Los chicos me dejan con ganas de seguir laburando como lo hice en esta película"
¿Cómo es trabajar con niños como actores? "En el caso de la película era como un atajo a creerse esa ficción. Fueron una fuente de inspiración y de pilas tremenda, estaban muy entusiasmados, al guión lo iban descubriendo a medida que íbamos filmando. Era un tránsito real el que iban haciendo, estaban muy contentos, era un juego para ellos", contó.

La selección para la película fue a través de un casting. "Fue numeroso para lo que es Crespo y la zona. Fueron unos 150 chicos. Salieron de ese casting los que yo creía que podían aportar lo que a historia necesitaba. Me dejan con ganas de seguir laburando de esa manera. Como actores fueron increíbles, y como cómplices, le pusieron mucha energía", agregó.
Ivan Fund confió que llegó a pensarse dentro del cine "desde muy chico"
ya que "me la pasé encerrado porque era asmático, por eso veía películas, veía tele, no podía salir a jugar como hasta los ocho años. Tengo esa imagen de estar atrás del umbral de la puerta, mirando hacia afuera, flasheando con las películas que veía en la tele. Y después, que quería ser paleontólogo, cazador de tornados, astrónomo, todo porque lo veía en las películas, hasta que me dí cuenta que en realidad lo que yo quería, era hacer esas películas".
"Hacer cine no tiene nada que ver con mirar cine"
A la decisión de "hacer cine" la tomó "en el marco de un intercambio cultural en Sudáfrica, a los 16 años. Me fui unos meses allá. Se suponía que yo debía ir a una escuela de allá, pero yo usaba todo el tiempo para ir a un multicine que había a unas cuadras y me la pasaba viendo tres o cuatro películas por día. Ese viaje fue clave, volví de ahí sabiendo que quería estudiar cine".

"Cuando uno empieza a hacer cine, se da cuenta que hacer cine no tiene nada que ver con mirar cine", enfatizó.

Fund apuntó que "siempre hay un momento en que uno tiene que conseguir a alguien que tenga mucha plata, antes era el momento de la producción. Todavía sigue siendo carísimo hacer cine, pero ahora hay medios y tecnologías que abarataron muchísimo la posibilidad de agarrar la cámara, e ir a filmar. Pero necesitamos convencer a los que tienen la plata, a exhibidores y distribuidores. Antes había que convencer al productor para que ponga la plata y filmar, hoy si bien sigue siendo así, se puede sortear, autofinanciarse y filmar con muy poca plata. Estas 'atado' al reducido acceso que hay a la exhibición y la distribución, sobre todo porque hay mucha más competencia. El embudo hoy está en la exhibición y la distribución. He tenido bastante suerte, lo que encontré es el circuito de festivales, que ha crecido mucho en el último tiempo y que muchas veces, termina siendo la única ventanilla posible para ciertas películas".

"Además, las plataformas, programas como estos, que son clave. Siempre alguna vuelta se le encuentra, pro más difícil que sea. El mundo no está hecho para que una película exista, siempre hay que buscarle la vuelta", destacó el cineasta.
Del mismo modo entendió que "hoy el cine compite con todo, está igualado en la pantalla. Se compite hoy por la atención, hoy puede estar depositada en el videojuego o en el Instagram. Vos necesitas que alguien tenga ganas de dedicar tiempo para ver una película, primero, y después que se dediquen a ver tu película".
Sobre "Vendrán lluvias suaves"
Está filmada en Crespo. Un día de verano se corta la luz y a la mañana los adultos no despiertan. Los niños sí y una pandilla de cinco nenas entre 8 y 11 años se da cuenta de que uno más pequeño que ellas y hermano de una de las protagonistas, va a estar solo en su casa frente a esa situación. Entonces, emprenden un viaje para ir a buscarlo. Desde ese momento, el film se transforma en una road movie juvenil, en una película de aventuras con un elemento fantástico, donde los niños estarán acompañados por perros.
De pronto, no pasa nada si no están esos adultos. El mundo se puede reestructurar y ellos pueden reencontrar su nuevo equilibrio. Elonce.com.
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