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El ciclo "Once Directores" proyectó "Vendrán lluvias suaves", de Iván Fund
"Los chicos me dejan con ganas de seguir laburando como lo hice en esta película"
¿Cómo es trabajar con niños como actores? "En el caso de la película era como un atajo a creerse esa ficción. Fueron una fuente de inspiración y de pilas tremenda, estaban muy entusiasmados, al guión lo iban descubriendo a medida que íbamos filmando. Era un tránsito real el que iban haciendo, estaban muy contentos, era un juego para ellos", contó.La selección para la película fue a través de un casting. "Fue numeroso para lo que es Crespo y la zona. Fueron unos 150 chicos. Salieron de ese casting los que yo creía que podían aportar lo que a historia necesitaba. Me dejan con ganas de seguir laburando de esa manera. Como actores fueron increíbles, y como cómplices, le pusieron mucha energía", agregó. Ivan Fund confió que llegó a pensarse dentro del cine "desde muy chico" ya que "me la pasé encerrado porque era asmático, por eso veía películas, veía tele, no podía salir a jugar como hasta los ocho años. Tengo esa imagen de estar atrás del umbral de la puerta, mirando hacia afuera, flasheando con las películas que veía en la tele. Y después, que quería ser paleontólogo, cazador de tornados, astrónomo, todo porque lo veía en las películas, hasta que me dí cuenta que en realidad lo que yo quería, era hacer esas películas".
"Hacer cine no tiene nada que ver con mirar cine"
A la decisión de "hacer cine" la tomó "en el marco de un intercambio cultural en Sudáfrica, a los 16 años. Me fui unos meses allá. Se suponía que yo debía ir a una escuela de allá, pero yo usaba todo el tiempo para ir a un multicine que había a unas cuadras y me la pasaba viendo tres o cuatro películas por día. Ese viaje fue clave, volví de ahí sabiendo que quería estudiar cine"."Cuando uno empieza a hacer cine, se da cuenta que hacer cine no tiene nada que ver con mirar cine", enfatizó.
Fund apuntó que "siempre hay un momento en que uno tiene que conseguir a alguien que tenga mucha plata, antes era el momento de la producción. Todavía sigue siendo carísimo hacer cine, pero ahora hay medios y tecnologías que abarataron muchísimo la posibilidad de agarrar la cámara, e ir a filmar. Pero necesitamos convencer a los que tienen la plata, a exhibidores y distribuidores. Antes había que convencer al productor para que ponga la plata y filmar, hoy si bien sigue siendo así, se puede sortear, autofinanciarse y filmar con muy poca plata. Estas 'atado' al reducido acceso que hay a la exhibición y la distribución, sobre todo porque hay mucha más competencia. El embudo hoy está en la exhibición y la distribución. He tenido bastante suerte, lo que encontré es el circuito de festivales, que ha crecido mucho en el último tiempo y que muchas veces, termina siendo la única ventanilla posible para ciertas películas".
"Además, las plataformas, programas como estos, que son clave. Siempre alguna vuelta se le encuentra, pro más difícil que sea. El mundo no está hecho para que una película exista, siempre hay que buscarle la vuelta", destacó el cineasta.
Del mismo modo entendió que "hoy el cine compite con todo, está igualado en la pantalla. Se compite hoy por la atención, hoy puede estar depositada en el videojuego o en el Instagram. Vos necesitas que alguien tenga ganas de dedicar tiempo para ver una película, primero, y después que se dediquen a ver tu película".