Paraná Como el ave fénix

Resurgir de las cenizas: Tras el incendio, Celeste y Blanca se reconstruye

"Es una utopía pero le vamos a poner el pecho a las balas, no nos sentimos superhéroes, pero era un momento para reflexionar", dijo Sergio Rupp a Elonce TV y agradeció el apoyo de quienes lo están ayudando en este difícil momento.
El 14 de enero pasado y a poco más de un año de haber inaugurado un nuevo local, la distribuidora mayorista Celeste y Blanca, ubicada en Miguel David al 4.000 de la ciudad de Paraná, sufrió un incendio que provocó pérdidas totales.

A ocho días del siniestro, la empresa intenta resurgir de las cenizas, cual Ave Fénix, y comenzó con su reconstrucción en un nuevo galpón en cercanías del que fue devorado por las llamas. En el marco de este resurgir, con una mochila más que pesada en sus hombros, Sergio Rupp, dueño de Celeste y Blanca, habló con Elonce TV. Contó cómo es este proceso de comenzar desde cero, con muchas deudas, pero con el apoyo y ayuda de muchísima gente, entre ellos sus empleados y proveedores.
"Las fuerzas están intactas, después a medida que pasan los días te vas encontrando con algunos inconvenientes, está el apoyo de las empresas proveedoras, de la gente que hace mano de obra, de todos y cada uno de los integrantes del negocio, la clientela que se ha acercado a colaborar, a limpiar, a pintar, a poner en condiciones este nuevo galpón, las ilusiones están intactas", señala Rupp.

Pero a este importante apoyo, le hace falta una parte: el Estado. "Necesitaría que lo que depende de Provincia y Nación, por favor contemplen una catástrofe de este tipo, lo poco o mucho que habíamos hecho en estos 16 años de trabajo, lo habíamos reinvertido ahí, no tenemos propiedades ni nada, era lo único que teníamos".

Tras ello, el empresario aclaró que desde la comuna ofrecieron colaboración, "pero los tiempos apremian y todos los costos fijos siguen marchando de este negocio que ya no está".
"Las empresas están, los clientes vinieron a ayudar, mis colaboradores están codo a codo con nosotros pero falta esa partecita para que definitivamente le demos rosca a esto", remarcó Rupp para agregar: "No pido que me condonen ni nada, pero que haya un freno para poder estar un poco más frío. No hay forma, me estoy cargando de obligaciones que se me va a hacer muy difícil hacerles frente".

Sobre la solidaridad que ha recibido luego del incendio, el dueño de Celeste y Blanca mencionó: "Todos quieren colaborar para que esto se vuelva a reconstruir, sino tal vez no estaría acá. Es muy difícil un golpe de éstos, tengo 48 años y mi cabeza estaba preparada para otra cosa y no para volver a iniciarme y con un montón de deudas".
"La idea es ponernos operativos pronto. Cuando pasan estas cosas, uno toma dimensión de lo que es una pyme y de que hay un montón de gente que se mueve alrededor y después de muchos años de trabajo, y luego de lo que sucedió, uno toma conciencia de lo que significaba el negocio".

Finalmente y a modo de reflexión, Rupp expresó: "Cuando me inicié y necesitaba el apoyo de una entidad financiera, no se acercaba nadie porque no tenía nada, sólo las ganas de trabajar; cuando estábamos en plena actividad, aparecían los bancos a ofrecernos esto y lo otro; ahora estoy en un momento re contra difícil, me quedó el crédito a sola firma (sin seguro que cubra) de dos naves que no están, me quedó la deuda de la mercadería que estaba ingresando y que tengo que pagar igual, los 28 empleados que siguen en pie, pero entre todos queremos levantarlo. Esto es una utopía pero le vamos a poner el pecho a las balas, no nos sentimos superhéroes, pero era un momento para reflexionar y si gracias a todos ellos llegamos hasta acá, hay que tratar de continuar". Elonce.com
Video: Resurgir de las cenizas: Tras devastador incendio, mayorista se reconstruye
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS