La capital entrerriana también fue afectada por la situación, y en los últimos meses tradicionales negocios de la ciudad, bajaron la persiana tras décadas de trabajo. Por diferentes razones, algunos comercios tradicionales de Paraná, cierran sus puertas. El restaurante El Viejo Marino que funcionaba desde el año 2000 de martes a domingo en zona del puerto en Paraná, cerró sus puertas. Los ingresos de los clientes no podían solventar los gastos de alquiler e impuestos que demandaba mantener abierto el tradicional local gastronómico de avenida Laurencena. Otro de los locales emblemáticos cerró sus puertas, fue la tradicional Chopería Gambelín. Tras 68 años de vida el clásico local ubicado en calle Alem e Illia, cierra sus puertas y varias generaciones de paranaenses, lamentan ya no poder disfrutar de los ricos balones de chop y las exquisitas empanadas. Según pudo saber Elonce, el negocio familiar que tuvo varias idas y vueltas con su continuidad. Los problemas de salud de su propietaria y los nietos que cuentan con otras ocupaciones, son los factores que sumados a la crisis del país, precipitaron el cierre y que las cortinas de sus grandes ventanales, oculten el interior para siempre.
Según trascendió, el local de Gambelín fue alquilado y abrirá otra pizzería pero será con nuevos dueños.