Internacionales Miedo en Europa

Una explosión causó al menos un muerto y 12 heridos en otra ciudad alemana

Ocurríó en el estado de Bavaria, frente a un bar, y el presunto autor, un refugiado sirio de 27 años, fue el único muerto por la detonación. Ya hubo cuatro hechos de violencia en una semana.
Alemania parece no poder regresar a su habitual calma. Ayer, dos hechos violentos volvieron a agudizar el miedo entre los alemanes. Temprano, un refugiado sirio de 21 años asesinó con un machete a una chica polaca aparentemente embarazada e hirió a otras dos personas en Reutlingen, en el suroeste del país. Aunque según la policía todo indica que se trató de un femicidio, sin en apariencia ningún trasfondo terrorista, el nuevo incidente incrementa la crispación social y la desconfianza hacia los refugiados.

Pero hacia la noche, una bomba estalló ante un restaurante cerca de la entrada a un festival de música al aire libre en la ciudad de Ansbach, en inmediaciones de Nuremberg, también en el sur alemán. Al principio, la prensa habló de una explosión de gas. Pero hacia medianoche la policía informó que se trataba de una bomba que estalló en las manos de quien la transportaba. Se desconocía al cierre de esta edición la identidad del atacante, aunque se presumía que intentaba detonar el artefacto en el festival.

La alcaldesa de la ciudad, Carda Seidel, dijo que había al menos diez víctimas. Al festival, que fue cancelado, asistían alrededor de 2.500 personas.
El episodio de Nuremberg y el más temprano de Reutlingen incrementan la crispación pública en un país donde estos hechos no son comunes, en medio de una debate nacional sobre los refugiados. En una semana, ya hubo cuatro hechos de violencia.

El lunes pasado, otro joven sirio había atacado con un cuchillo y un hacha a los pasajeros de un tren cerca de Wurzburgo, en el sur del país. Cinco personas resultaron heridas en este ataque, que luego fue reivindicado por el grupo terrorista ISIS. El viernes último, un chico de 18 años de nacionalidad alemana e iraní, con graves problemas psíquicos y fanático de los tiroteos múltiples, mató a nueve personas y se suicidó en Munich.

Por lo que se sabía hasta anoche, los cuatro casos no tienen conexión entre sí y sus móviles parecen distintos. Pero al menos el hecho de violencia de ayer, protagonizado por un refugiado sirio aún no identificado, podría derivar en más presión sobre el gobierno de la canciller Angela Merkel para que endurezca su política migratoria, sobre todo por parte de la extrema derecha.

"Después de los sucesos de Munich y Wurzburgo, la gente tiene miedo, está insegura", advirtió Thomas Strobl, ministro del Interior de la región de Baden?Wurttemberg, donde se encuentra Reutlingen. "Por eso las fuerzas de seguridad están muy sensibilizadas ante hechos violentos como el de hoy", agregó.
Las imágenes del centro de una localidad como Reutlingen acordonado por la policía, con ambulancias y patrulleros por todos lados, además de un helicóptero en el cielo, generaron impacto. Pese a tratarse casi seguramente de un caso de violencia de género, el asesinato de la joven polaca podría alimentar la desconfianza que crece en algunos sectores de la sociedad hacia los cientos de miles de refugiados que llegaron a Alemania en el último año.

El nuevo episodio podría incluso empeorar el clima social como sucedió después del acoso y manoseo a cientos de mujeres por parte de grupos de hombres mayoritariamente oriundos del norte de Africa durante las celebraciones del último año nuevo en Colonia, en el oeste del país.

Poco después de estos sucesos que conmocionaron a la sociedad alemana, el gobierno de Berlín restringió el derecho de asilo para denegárselo a personas oriundas de los países del Magreb, entre otros. Después del tiroteo del viernes en Múnich, los sectores conservadores piden ahora que las fuerzas armadas puedan intervenir en el interior del país en casos de emergencia como un ataque terrorista. Según testigos, el asesino del machete de Reutlingen estaba "completamente fuera de sí" y podría haber herido a más personas si no hubiera sido atropellado por otro joven que manejaba un BMW y que, al ver lo que estaba pasando, lanzó el auto contra el agresor. Siete minutos después, la policía detenía al peticionario de asilo sirio e informaba que tenía antecedentes por lesiones y había participado en varias riñas y peleas. El homicidio tuvo lugar delante de un restaurante de comidas rápidas turcas llamado Mangal poco antes de las cuatro y media de la tarde en el centro de Reutlingen. El joven sirio sería oriundo de Aleppo, habría llegado a Alemania hace un año y medio y trabajaba en el mismo restaurante que su víctima.
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