La pequeña recibió terribles heridas en el rostro y otras partes del cráneo. La niña fue llevada en estado muy grave al Sanatorio Modelo de Caseros, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
Una vecina contó que el perro ya tenía antecedentes de ser agresivo ya que había atacado a otro perro. Además, "hace unos quince días, un vecino tuvo que dejar pasar a una señora a su casa porque parecía que este perro se la iba a comer".
En tanto, el pasado martes se conoció un nuevo caso de ataque mortal canino contra un menor. Un niño de un año, falleció en el Hospital de la capital de la provincia de San Luis tras ser atacado el pasado lunes por un perro cruza con dogo.
El niño fue llevado a ese centro de salud por su propia madre, tras haber sufrido lesiones graves en su rostro, producidas por las mordeduras del can.
El hecho ocurrió en el patio interno de un domicilio, según publicó Elonce.com. El niño se habría acercado al lugar donde estaba atado el perro que pertenecería a la familia del menor.
Síntomas como alertas
El programa Entrevistas que se emite por Elonce TV consultó al veterinario Ricardo González para dialogar y trata de entender los motivos que llevan a un perro a atacar a una persona y causar graves lesiones, aún cuando la víctima es integrante de la familia del animal.Al respecto, el doctor González dijo que "la agresión es un síntoma de lo que le ocurre al perro, y cuando un animal muerde, es un acto final de una suma cuestiones que lo llevan a consumar el hecho", explicó y agregó que "ese síntoma siempre tiene un origen y se debe observar".
"Un perro muerde por muchas razones, pero lo que hace la diferencia es el tamaño de la mordida. Lamentablemente, este tipo de razas (como las que ocasionaron las dos muertes esta semana), están siendo `incriminadas´ injustificadamente, porque la gente ahora, ve un Pitbull y ya se asusta, pero no tiene nada que ver con eso, porque yo he conocido animales que no son de este tipo de razas y que han ocasionado graves daños por mordeduras en ataques a personas", dijo el veterinario a Elonce TV.
Detectar el carácter
El doctor Ricardo González dijo que se puede detectar tempranamente si un animal es agresivo o no. "Si tengo un cachorro de 60 días y me gruñe, o no se deja acariciar, o me muestra los dientes, o no obedece a cuestiones simples, todo esto puede ser un alerta del comportamiento del perro. Ya eso nos está diciendo que el animal tiene carácter fuerte y va a tratar de ser dominante", afirmó el experimentado veterinario."Los animales son territoriales, son jerárquicos o son sociables pero siempre necesitan una educación. Debemos imponerle un orden y límites; y esto, se puede hacer desde muy pequeños. Es muy importante la prevención. Porque una vez que el perro mordió, se pierde el vínculo y es difícil volver a confiar, pero se puede reeducar, aunque poca gente lo hace y le vuelve a dar una oportunidad al perro", remarcó González, aunque "aclaró que también hay un componente genético que se potencia con la falta de educación".
Si muerde una vez ¿lo vuelve a hacer?
Para que un perro muerda, "previamente, tienen que haber pasado muchas cosas", insistió González en diálogo con Entrevistas que se emite por Elonce TV y explicó algo que muchos ignoran:"Estadísticamente, los perros pequeños son los que más muerden y encabezan la lista los raza Cocker, aunque es el que menos problemas genera por ser mediano y el tipo de mordida no tiene gran dimensión", afirmó.
Y seguidamente, también involucró a los propietarios de los animales en la responsabilidad por las mordidas. "Lo que pasa, es que la gente a esas pequeñas mordidas, uno no le da importancia y hasta en algunos casos, causa gracia. Pero cuando un animal muerde, es seguro que tiene una patología: Ese animal está sufriendo. Es decir, no tenemos que dejarlo pasar y debemos consultar a un especialista", remarcó el doctor en animales y agregó que "en ese momento se está a tiempo de revertir ese comportamiento con pautas simples".
Perro atado, propenso a la agresión
El veterinario González confirmó que los perros que pasan mucho tiempo atados, son propensos a agredir. "La cuestión ambiental tiene mucho que ver y cada animal necesita ciertas condiciones mínimas ambientales para desarrollarse y estar bien. Hay que citar como ejemplo, que en el caso de la nena de seis años atacada por el perro, el animal estaba en una terraza. Esto es determinante. La cuestión del espacio del animal, la alimentación y sobre todo, la cuestión afectiva del animal", remarcó el especialista.
Los perros, los hijos y los celos
Muchas familias están conformadas por la pareja y también por un perro antes de que lleguen los hijos. "Cuando llegan los chicos, los perros sienten celos y se sienten desplazados. Muchas veces, los perros rechazan en principio a los chicos porque los ven como una competencia y que comparten el mismo espacio afectivo con los chicos. Pero cuando el animal se da cuenta que no es esa competencia, se convierte en el mejor protector del chico", dijo el veterinario y agregó que "es recomendable hacer un trabajo previo de adaptación para que el animal pueda entender la situación", dijo en diálogo con Elonce TV.Asumir la responsabilidad
"Tampoco se debe desplazar al animal cuando se tienen hijos. No hay razón para desplazarlo. Si antes era como un hijo, ahora no tiene que terminar solo en el fondo. Eso no es así. Si asumimos la responsabilidad de tener un animal, debemos tenerlo en las condiciones saludables" , remarcó el veterinario González.
Reeducación tras la mordida y eutanasia
"La reeducación luego de que el animal mordió a un integrante de la familia es algo muy complicado, pero se puede hacer con profesionales veterinarios y especialistas en comportamiento animal. Siempre debemos intentarlo y darle una nueva oportunidad al animal", dijo el doctor pero aclaró que "es un tema muy complejo y la Asociación mundial de Comportamiento Animal explica claramente, que cuando uno intenta la reeducación y no se puede, está indicada la Eutanasia del animal", señaló Ricardo González.Al respecto, afirmó que "es una situación extrema que nadie quiere hacer, especialmente, los veterinarios, pero es una herramienta final, ante la demostración de que el animal no se puede recuperar. Porque también es una cuestión de salud pública y de las personas", dijo a Elonce TV.
Depende del hombre
En referencia a la educación del animal para evitar mordeduras o situaciones violentas, el doctor González sostuvo que "en cuestión de carácter, el 75 por ciento depende de nosotros, de los propietarios y de cómo llevemos adelante esa educación básica en los primeros meses de vida", remarcó el veterinario y también recomendó "en ese tiempo también tenemos que enseñarle a nuestro hijos el respeto y la cuestión afectiva sobre su perro", remarcóFinalmente, el profesional sostuvo que ante este tipo de situaciones violentas en los que señala al animal y se generaliza la culpa sobre una raza, "debemos desmitificar esto y saber que casi siempre, la responsabilidad es nuestra, de los que traemos el animal a casa y de la educación que le damos. No culpemos al animal por error, por omisión, por descuido o por no saber, muchas veces estimulamos la agresión del perro que termina siendo fatal, como en los casos ocurridos esta semana", concluyó. Elonce.com
