Policiales Narcotráfico

La esposa de Caudana pidió el beneficio de la prisión domiciliaria

La detención de Gonzalo Caudana por explotación de la prostitución motivó un nuevo pedido de su esposa, María Laura Spoturno, para que le concedan el beneficio del arresto domiciliario para cuidar a sus hijos.
La esposa de Gonzalo Caudana, María Laura Spoturno solicitó nuevamente el beneficio del arresto domiciliario, mientras tramita, por otro carril, un pedido para que se le conceda la libertad condicional. El viernes a primera hora, cuando la noticia de la detención de Caudana todavía no había trascendido públicamente, la propia Spoturno se comunicó desde la cárcel con el Tribunal Oral Federal y luego su abogado Marcos Rodríguez Allende presentó un escrito pidiendo que se le conceda la prisión domiciliaria para atender a sus hijos menores de edad. Entonces la jueza de ejecución, Noemí Berros, le concedió una salida socio-laboral por 72 horas a partir del sábado. Sin embargo, hasta el momento "no hubo ninguna variación" en la situación, según se indicó a El Diario.

En tanto, el martes la jueza Berros estuvo en la unidad penal junto con el defensor oficial y otros funcionarios judiciales, visitaron el pabellón donde se encuentran alojadas las internas que tienen causas federales -narcotráfico, trata de personas, etcétera- y dialogaron con ellas sobre la situación en que se encuentran.

María Laura Spoturno se encuentra detenida en la cárcel mujeres purgando una pena de cinco años de prisión por delitos de narcotráfico. Precisamente la condena se originó mientras cumplía arresto domiciliario (para cuidar a sus hijos menores de edad): el 30 de agosto de 2013 fue sorprendida por policías federales que pasaban frente a su casa y la vieron entregar un paquete que contenía un ladrillo de 1,381 kilos de clorhidrato de cocaína, 36 "tizas" y otros tres trozos pequeños de la misma sustancia.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, María Laura Spoturno solicitó la prisión domiciliaria para atender las necesidades de sus hijos. Los mellizos tienen 9 años y vivían con su padre, Gonzalo Caudana, hasta que fue detenido, en el marco de una causa por explotación de la prostitución ajena.

Un grupo de mujeres denunció que Caudana las obligaba a pagarle por el uso del territorio para ejercer la prostitución. El viernes fue detenido por orden del fiscal Álvaro Piérola y el juez Eduardo Ruhl dispuso una prisión preventiva por 30 días.

Enseguida, su esposa solicitó la prisión domiciliaria. Dijo que está separada de Caudana e insistió en que sus hijos se encuentran desprotegidos. Los argumentos son calcados a los que expuso hace tres semanas, luego de que su esposo fuera detenido por un violento asalto ocurrido en una casa-quinta de San Benito, del que luego terminó desvinculado. Entonces, Spoturno recibió el beneficio del arresto domiciliario por unos días ?hasta que Caudana fue liberado?, lo que motivó la reacción y descontento de otras internas de la unidad penal.

Es de esperar que, como ocurrió en ese momento, el fiscal general José Ignacio Candioti se oponga al pedido de morigeración de las condiciones de detención de Spoturno. Su postura se sostiene en tres ejes: no tiene hijos menores de 5 años, existen personas que se encuentran al cuidado de los chicos y no está acreditado que los niños se encuentren en estado de abandono o desprotección. Es decir, la situación no encuadra normativamente en lo que marca la ley de ejecución de penas.
Tres veces condenada
María Laura Spoturno tiene 39 años y carga con tres condenas por delitos de narcotráfico. Dice estar separada de Gonzalo Caudana. Antes estuvo en pareja con Jorge Larrosa, asesinado el 6 de marzo de 2001, cuando policías de la Dirección Toxicología ingresaron a su vivienda para hacer un allanamiento por drogas y los recibió a los tiros. El hombre recibió dos disparos. Ella estaba en la habitación cuando ocurrió.

Ese episodio le valió la primera condena. Volvió a ser detenida en 2009 y fue condenada en 2011 a cinco años y nueve meses de prisión por delitos de narcotráfico, junto con Caudana y otros integrantes de su familia.

La tercera causa judicial en su contra se originó mientras cumplía arresto domiciliario (para cuidar a sus hijos menores de edad): el 30 de agosto de 2013 fue sorprendida por policías federales que pasaban frente a su casa y la vieron entregar un paquete que contenía casi un kilo y medio de cocaína. Eso le valió una condena de cinco años. Por el tiempo que lleva detenida, pidió la libertad condicional.
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