Los especialistas explicaron que, en esas zonas, la temperatura aumentaría el doble que en el resto del planeta. A eso, publicó el portal Gizmodo, se le sumarán olas de calor prolongado, sequías extremas de décadas de duración y el polvo desértico transportado por el viento, lo que generará un medio ambiente intolerable para el ser humano y derivará en migraciones masivas.
De acuerdo con los datos, para 2050 la temperatura del verano en el norte de África y en Oriente Medio sería superior a 30 grados durante la noche, mientras que en el día, superaría los 46 grados centígrados.
La situación sería aún más crítica a fines de este siglo, ya que las marcas serían mayores a los 50 grados al mediodía.
Frente a este panorama, detallaron que las olas de calor serán mucho más frecuentes y extensas que en la actualidad, ya que alcanzarán los 80 días anuales para 2050.