El concepto futurista del puente fue escogido por varias razones. Además de que la forma circular hace que se reduzca la cantidad de accidentes, puesto que la velocidad del tráfico disminuye al pasar por la curva, además, las autoridades señalan que la construcción del puente contribuirá al desarrollo de la zona y atraerá a más turistas. Además de estos motivos, los creadores indican que, al reducir la velocidad, los conductores podrán disfrutar de vistas impresionantes de la laguna.
La obra, cuyo precio rondó los 12 millones de dólares, fue financiada en un 90% por Eduardo Constantini, un empresario argentino.