celebró por la mañana en un parque, tras una velada con cirios la
víspera desde las 18H00 (09H00 GMT) hasta la madrugada, según
informa el ayuntamiento en su página de internet.
Los antiguos vecinos (2.694 hogares, 7.368 personas) tenían
derecho hasta ahora de volver para preparar el retorno pero no
podían instalarse de nuevo.
Según la prensa japonesa, sólo algo más del 10% se han apuntado
a regresar. Un sondeo realizado en octubre pasado entre los
antiguos vecinos reveló que un 22,9% no iban a volver, 30,5% no
había decidido, un 9,6% estaban dispuestos a regresar y un 36,1%
estudiarían una vuelta en función de las condiciones.
Las autoridades estiman que el nivel de exposición a la
radiactividad de Naraha, situada a unos 20 km de la central
nuclear accidentada de Fukushima Daiichi, vuelve a estar por
debajo de 20 milisieverts anuales.
Ese nivel permite en teoría, según el Gobierno japonés y
organismos internacionales, que los habitantes vuelvan a vivir
casi normalmente, aunque la descontaminación no es integral ni
perfecta.
Las organizaciones ecologistas se insurgen contra estas
conclusiones.
"El nivel de contaminación es muy variable en esta localidad y
según las casas, lo que puede crear tensiones entre las personas",
declaró recientemente a la AFP Jan Vande Putte, de Greenpeace.
AFP-NA