La alcaldesa, Ada Colau, argumentó al retirar el busto que "era una anomalía que el salón de plenos estuviese presidido por un ex jefe de Estado", el rey Juan Carlos, que abdicó hace un año. El gobierno tachó la retirada del busto de "mezquindad", dijo el canciller, José Manuel García-Margallo, y pidió que cumpla la ley y coloque una efigie del actual jefe de Estado, el rey Felipe VI. "El gobierno debería haber actuado hace un año y no lo hizo. Las reacciones desmedidas que se están produciendo ahora demuestran que estamos frente a un tabú inaceptable en una sociedad democrática y plural", dijo Pisarello a ANSA. En cuanto a la colocación de una efigie de Felipe VI como prevé la ley para los salones de plenos municipales, el gobierno municipal "abrirá una ronda de diálogo con las otras fuerzas políticas para ver de qué manera, respetando nuestras convicciones republicanas, se pueda dar cumplimiento a la normativa vigente", aseguró. Los símbolos monárquicos "están sobrerepresentados. Nos gustaría ver otro tipo de simbología representada en la ciudad y que hubiera más nombres de científicos, pintores o intelectuales. Nos parece una cuestión de higiene democrática", añadió.
La retirada de bustos de Juan Carlos y Felipe VI también se ha producido en otros ayuntamientos de España.
"Hay una exigencia general de que este debate sobre la simbología pueda ser público", apuntó Pisarello. Fuente: (Ansa).-