La actividad inició este domingo a partir de las 13 en el predio de la Terminal de ómnibus de la pequeña y tranquila localidad de Seguí, ubicada a 55 kilómetros de la capital provincial. "Mucha gente se acercó a cebar unos mates y otros dieron su pincelada. Es un mural que es del pueblo", subrayó la artista Marcela Verdón, quien agradeció a la madre de Julio, María Kriger, por permitirle realizar tal homenaje, y la familia Farias que donó el espacio.
La pintada del mural continuará este lunes feriado por la tarde, pero según pudo registrar Puerto-FM Seguí, ya se observan las primeras imágenes que recuerdan al "otro ángel de la bicicleta".
-Al niño que recorrió las calles con inocencia y sencillez
-Al joven que honró el trabajo y el esfuerzo
-A quien permanecerá para siempre en la vida de nuestra comunidad La historia de Julio conmovió de principio a fin. Es la vida de un joven sacrificado, trabajador, que se brindó por completo a su familia.
En Seguí, todos recuerdan a ese niño que desde chico aprendió a trabajar y dejó la escuela para ayudar a su padre en el tambo, y también recorría la ciudad, vendiendo la leche que ordeñaban en el fondo de su casa, supo Elonce.com. "A Julio lo conocían todos en la ciudad: Un chico laburador de esos que se sacrifican todos los días. Que dejó la escuela para ayudar a su familia", dijo un periodista de Seguí en declaraciones radiales y agregó: "incluso hubo una movida en Seguí para que pudiera retomar y terminar la escuela".
La ciudad conmovida, despidió el pasado miércoles al "Ángel de la bicicleta". Y así quedó inmortalizado: una imagen de Julio en su bicicleta que tenía dos canastas en las que llevaba las botellas de leche para vender.