La medida fue resuelta a raíz de la denuncia que realizó una agente de Obras Sanitarias por violencia de género en el ámbito laboral en la Fiscalía a cargo de la doctora Natalia Bartolo, en la que solicitó "medidas de protección".
La denunciante es licenciada en Bromatología y después de varios años consiguió que sus denuncias fueran escuchadas en la Municipalidad y atendidas por el director de Obras Sanitarias, Iván Mataitis. Además, desde hace unos días, intervino en el caso el área de Género y Diversidad Sexual del Municipio, a cargo de Florencia Bugnone.
Por cuestiones de seguridad, la denunciante prefirió mantener en reserva su nombre. De todas maneras brindó detalles a ElDía de todo lo vivido desde el 2006 a la fecha.
La denunciante ingresó a Obras Sanitarias en 2004 como "becada", cuando ejercía la función de Jefa de Laboratorio María Eugenia Goldaracena. Posteriormente, Liliana Marchesini quedó a cargo de esa área y Gustavo Abel Etchegoyen del turno tarde, con quien le tocó compartir el mismo ámbito de trabajo, según detalló la víctima.
"Fue el momento en que dio comienzo una etapa de gritos, retos, maltrato y desgaste psicológico hacia mi persona. Lamentablemente, una se va acostumbrando a esas situaciones, especialmente si se trata de un jefe", expresó. Al tiempo que mencionó una de las situaciones que le tocó padecer cuando en ocasión de estar presente un proveedor de una empresa que estaba haciendo ensayos de coagulación, "me llegó a gritar por una diferencia de opinión sobre las turbiedades y las características del río, medio que no era nadie, que era un soldado, el último orejón del tarro". Situación que provocó en la mujer una crisis de nervios.
Otro de los episodios traumáticos sucedió en 2012. "Yo pasaba junto a mi pareja por frente a la casa de este señor cuando tuvimos que detener la marcha del auto porque había un camión de Obras Sanitarias. Al otro día (Etchegoyen) me dijo que me había denunciado en la Comisaría Cuarta porque un vecino le había dicho que estaba sacando fotos de su vivienda", relató la empleada municipal.
Días después, cuando le preguntó a su ex jefe por qué mentía -ya que en la exposición policial queda claro que fue el mismo Etchegoyen quien dejó asentado haberla visto sacando fotos, y no una vecina-, "la respuesta fue terrible: se paró y comenzó a gritar a viva voz, que quien era yo y qué me creía", y hasta le declaró la "guerra bélica", según sus propias palabras.
"Los gritos de este hombre y los golpes de puño contra una mesa retumbaron en todo el área. Por lo que algunos compañeros le avisaron a Hugo (Lalli), quien me sacó afuera y trató de calmar a Etchegoyen", recordó.
A raíz de este hecho, la mujer radicó una denuncia en el Sindicato de Empleados Municipales, pero "nunca pasó nada" a pesar de que "en el gremio existirían otras denuncias por hechos similares protagonizados por el mismo hombre".
Por otra parte, la mujer, que también señaló ser acosada "sexualmente" (aunque no quiso dar mayores detalle sobre este punto), dijo que cuando su jefa se tomaba licencia la "cargaba de trabajo", aparte de las tareas que debe desarrollar habitualmente, algo que "consta en los libros de acta".
Asimismo, dejó claro que cada vez que ingresaba un nuevo director de Obras Sanitarias, le informaba de la situación de "hostigamiento continuo", pero, al igual que en el sindicato, nadie hacía anda con ello.
La situación empeoró a partir del 2010, cuando el denunciado fue promovido a Jefe de Producción y transfirió a la agente al cargo de Jefa del turno tarde, aunque esa responsabilidad "no me la han reconocido, pese a una serie de reclamos efectuados".
En marzo, después de haber terminado un informe, el entonces Jefe de Producción le ordenó que haga otro trabajo y se lo entregue de inmediato. "A lo que respondí que se lo solicitara a la responsable de área", generando esta contestación la ira de Etchegoyen, quien "apretó los dientes, pegó puñetazos en el escritorio y en la palma de sus manos con mucha furia, y me amenazó verbalmente a pocos centímetros de mi cara", relató la denunciante, quien dejó claro que la gestión del ingeniero Iván Mataitis al frente de Obras Sanitarias "fue la única que me abrió las puertas para que la denuncia siguiera su curso". En tanto que "el lunes pasado se acercó Florencia Bugnone -responsable del área de Género y Diversidad Sexual- a ofrecerme su respaldo".
Finalmente, indicó que decidió ir al fondo del problema, "primero por Dios, segundo gracias a mí psicóloga, que me animó a hacerlo, y también por mi familia y mi jefa, además de toda la gente que se acercó incondicionalmente a darme una mano". (ElDía)
