Según trascendió, el teléfono se encontraba en poder de un hombre, de quien se trataba de establecer si tuvo alguna vinculación con el crimen. Su domicilio se ubica a unas cinco cuadras de la reserva donde encontraron el cuerpo de la menor el 4 de agosto pasado.
El teléfono se encontraba funcionando con un chip distinto al que utilizaba la chica, indicaron fuentes policiales y judiciales.
En tanto, unas 30 personas se congregaron en los tribunales de Lomas de Zamora para exigir la liberación de Marcos Bazán, el único detenido por el caso.
"Estuvo con su novia todo el fin de semana", rezaba uno de los carteles en alusión al momento en el que desapareció Anahí, el 29 de julio último.
Por el momento, el mayor indicio para dirigir a las sospechas sobre Bazán es que un perro rastreador marcó su domicilio, situado en el interior de la reserva, junto a la estación de tren Santa Catalina y a unos 300 metros del sitio en el que fue encontrado el cuerpo. Los investigadores del crimen de Anahí Benítez, encontrada asesinada el viernes 4 de agosto en una reserva natural del partido bonaerense de Lomas de Zamora, realizaron esta mañana cuatro allanamientos en distintas viviendas de la localidad de Llavallol y descubrieron un teléfono celular que era utilizado por la adolescente.
Fuentes policiales aseguraron que el procedimiento más importante fue realizado en la calle José M. Jorge al 400, de Llavallol, donde se hallaba un hombre de 35 años y su hijo de 16, quienes quedaron aprehendidos a disposición de la Justicia.
Por otra parte, familiares y amigos del detenido realizaban este mediodía una marcha frente a los Tribunales de Lomas de Zamora para reclamar la libertad del imputado, al considerar que se trata de "un perejil".
"Queremos Justicia real, no perejiles", señala un cartel con el que convocaron a la manifestación los familiares del acusado.