Sociedad La medida tiene en vilo al personal

La Justicia ordenó alojar a un violador en el hospital Fidanza

Un condenado por violaciones fue alojado allí debido a que su estado de salud no es apto para permanecer en una cárcel. Aunque los médicos afirman que no es un riesgo para nadie, penitenciarios deben ir diariamente a controlarlo.
Una medida judicial tiene en vilo al personal que trabaja en el hospital Fiandza de Colonia Ensayo. Un condenado por violaciones fue alojado allí debido a que su estado de salud no es apto para permanecer en una cárcel. Aunque los médicos afirman que no es un riesgo para nadie, penitenciarios deben ir diariamente a controlarlo.

Se trata de Eduardo Alberto Ríos, de 66 años, quien fue sentenciado el 23 de abril de 2010 a la pena de 14 años de prisión por numerosos y graves delitos: Abuso deshonesto reiterado agravado por la condición de guardador, violación reiterada agravada por la condición de guardador, abuso sexual con acceso carnal agravado por la condición de guardador, según el fallo.

Desde entonces, el hombre permanecía alojado en el pabellón de violadores de la Unidad Penal N° 1 de Paraná, hasta que hace menos de un mes de descompuso y sufrió un accidente cerebro vascular. Fue asistido en el hospital San Martín, donde estuvo internado unos 20 días en la Unidad de Terapia Intensiva. Cuando le dieron el alta, los médicos diagnosticaron que estaba prácticamente inmovilizado y que no controlaba esfínteres.

Ante tal situación, el viernes por la tarde la jueza de Ejecución de Penas, Cecilia Bértora, ordenó la internación de Ríos en el hospital Fidanza. Se explicó que en las condiciones en que se encuentra no constituye un riesgo para nadie, pero además personal del Servicio Penitenciario debe ir al nosocomio ubicado en el departamento Diamante todos los días para controlarlo, pese a que su situación es complicadísima.

El 19 de noviembre de 2023 Ríos podrá recuperar su libertad al cumplir la pena, pero pocos creen que llegue, publica Diario Uno.
Personal del Fidanza expresó la preocupación. Sostienen que "las enfermeras se encuentran solas trabajando sin saber el grado de violencia del señor que no está aislado ni encerrado. ¿Tendremos que lamentar un hecho grave y que se podría evitar?".

Además, piensan que "si permitimos esto llegarán muchos más. Y nuestra institución es de gerontes. Ni psiquiátrico ni cárcel", expresaron. Por último, aclararon que "nadie rechaza la atención de esta persona, sino que brinden seguridad para el personal y demás pacientes".
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