Un joven de 23 años, que iba a bordo de un carro, perdió el control del mismo y terminó incrustado en la parte delantera de un Volkswagen Fox que estaba estacionado. "La yegua se asustó", explicó el chico que vive en el barrio Munilla de esa ciudad y, hace un par de años, heredó de su padre el carro con el que junta cartones, hace fletes y todo tipo de changas.
"Al menos se quedó, se podría haber ido", reconoció Facundo Olivera (29), el dueño del auto chocado, sobre el joven del carro. "Me llamó mi mujer, que tiene una despensa acá en la esquina, y me dijo que nos habían chocado el auto", relató sobre el vehículo que con mucho esfuerzo compraron hace un año.
El carro impactó sobre el lateral derecho delantero del Volkswagen, ocasionando daños que demandarán una buena cantidad de miles de pesos. "El carro no está inscripto en ningún lado ?esto fue constatado por el agente de Tránsito interviniente?, y los seguros no te cubren nada en estos casos. Por lo que me parece lógico que la Municipalidad, que avala la circulación de este tipo de vehículos en estas circunstancias, me dé una respuesta al respecto", expresó a ElDía el damnificado.
En esta línea, Olivera solicitó a las autoridades a que "trabajen con el tema de la tracción a sangre" para evitar "el peligro que significa para terceros, ya que podría haber impactado contra una persona en vez de hacerlo contra mi auto" y "el maltrato que sufren muchos de los animales que son sometidos a este tipo de tareas".
Fuente: ElDía.