Sociedad Para tener en claro

Donar médula ósea "no duele, no te hace sufrir, es sencillo y salva vidas"

Aclaran que "muchos confunden médula ósea con médula espinal. No sólo que son dos cosas totalmente diferentes sino que además los procedimientos de extracción nada tienen que ver entre sí".
"Donar médula ósea es lo mismo que sacarse sangre", remarcó, con sencillez y paciencia, Ivanna Hormigos, integrante de la asociación civil Siempre Fuertes, una organización que focaliza en Gualeguaychú sus esfuerzos en la difusión y concientización de la donación de médula ósea, una práctica que podría salvar muchas vidas.

"Muchos confunden médula ósea con médula espinal. No sólo que son dos cosas totalmente diferentes sino que además los procedimientos de extracción nada tienen que ver entre sí", explica Hormigos a ElDía, quién enseguida agrega: "La médula ósea se extrae con la sangre, duele lo mismo que un análisis encargado por el médico. Para extraerla no se clava ninguna aguja enorme en la espalda ni se sufre de alguna manera, como sí pasa con la médula espinal", enfatiza.

"Lo complicado es encontrar la compatibilidad entre el paciente que la necesita y el donador indicado, ya que para realizar la trasferencia ambos deben ser 100% compatibles las dos personas en su código genético. Por eso es importante que la gente acepte ingresar al registro de donantes para que el entrecruzamiento de datos facilite encontrar la médula indicada para el paciente justo", explica.

A diferencia de las transfusiones sanguíneas, es muy difícil encontrar dos personas que coincidan genéticamente de manera completa; ni siquiera dentro de un mismo grupo familiar, donde sólo el 25% puede recibir médula ósea de padres o hermanos. Una de cada 40.000 personas es 100% compatible con el enfermo, por eso es de vital importancia el registro: sólo 30 millones de personas en todo el mundo están registradas, un 0,4 por ciento de la humanidad.
Uno de los casos relacionados a este acto solidario que más repercutió fue el de Antonella González, la niña de Gualeguaychú que padece de leucemia mieloide crónica y que gracias al registro pudo encontrar un donante para realizarse el trasplante de médula ósea. Tan difícil fue la búsqueda de una persona 100% compatible, que la mamá de Anto, cuando informó la buena noticia, calificó al donante como "alma gemela" de su hija.

"Cuántos más donantes inscriptos existen, y más variadas son sus identidades genéticas, mayores son las posibilidades de los pacientes de encontrar una respuesta adecuada a la necesidad de trasplante", subraya.

Según el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), pueden ser donantes los que tengan entre 18 a 55 años, buen estado de salud y pesen más de 50 kg. Además, no debe poseer antecedentes de enfermedades cardíacas, hepáticas o infectocontagiosas, y debe estar en condiciones de donar sangre.
Fuente: El Día
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