Sociedad Por la crisis

Piden una ley que regule la actividad de las estaciones de servicio

Ante la crisis de la actividad, empresarios y gremialistas coincidieron en la necesidad de trasparentar en sistema y generar competencia leal y recuperar las 2.000 bocas de expendio que se cerraron en la última década.
La entidad que nuclea a los propietarios de estaciones de servicio de todo el país y el sindicato que agrupa a los trabajadores del sector, concurrieron este martes a la Cámara de Diputados para exponer sobre "la crisis de la actividad" y para pedir el tratamiento de una ley que regule la comercialización de combustibles.

Empresarios y gremialistas coincidieron ante la comisión de Energía y Combustibles de la Cámara baja en la necesidad de transparentar el sistema, generar competencia leal y recuperar las 2.000 bocas de expendio que se cerraron en la última década.

Sin quórum, los cinco diputados opositores presentes escucharon en primer término al titular del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios y triunviro de Confederación General del Trabajo, Carlos Acuña, quien dio precisiones sobre la situación.

El gremialista presentó un trabajo de su gremio en el que se resalta el efecto del sistema de venta directa que se registra en el mercado y que significaría la venta de 20 millones de litros por mes que pone en riesgo más de 1.000 puestos de trabajo.

"Venimos pidiéndole al Congreso que se trate este proyecto desde la época que Fernando de la Rúa era presidente (2000-2001) y nunca lo hizo", expresó Acuña ante la comisión de diputados encabezada por el kirchnerista Julio De Vido.

En ese sentido, remarcó: "Pedimos que se regule la comercialización y los contratos entre los actores del sector".

"Nosotros a las rutas les llamamos 'cementerios de estaciones de servicios', ustedes lo habrán visto", lamentó, en referencia a la cantidad que aparecen cerradas al margen de los caminos.

Para Acuña. "a los estacioneros no les queda margen y están cada vez más ahogados, si no lo si no venden más de determinado volumen".

"Los pueblos van desapareciendo, si desaparecen las estaciones de servicio, eso se ve mucho en el interior", advirtió.

Por su parte, el dirigente de la Confederación del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA), Oscar Díaz, presentó a los legisladores un borrador de un proyecto de regulación de la comercialización de hidrocarburos "que permitiría transparentar la actividad de las estaciones de servicio, un sector compuesto en su gran mayoría por pymes e importantes generadoras de empleo".

"Es necesario ordenar el mercado a través de una legislación que fije un marco legal a la actividad, generando competencia entre actores de un mismo segmento y capacidad económica", dijo el directivo al reclamar "condiciones comerciales mínimas y homogéneas para los contratos de abastecimiento y exclusividad".

De esta manera, demandó que se "impida que las petroleras puedan imponer a las estaciones de servicio, precios de venta al público, márgenes de ganancia o cualquier otra condición comercial, de manera tal que el estacionero pueda administrar su propio margen en función de sus costos operativos y las condiciones del mercado".

"En los últimos trece años el sector de las estaciones de servicio ha atravesado un proceso paradójico. Por un lado la demanda de combustible se incrementó en forma significativa, impulsada por el aumento de la actividad económica y del parque automotor, pero al mismo tiempo desaparecieron más de 2.000 estaciones de servicio", aseguró el dirigente de Cecha.

Para los estacioneros el origen del problema es que el crecimiento de los costos operativos fue muy superior al incremento de los ingresos, en un contexto de congelamiento del precio de los combustibles durante más de cuatro años que llevó a que el ingreso de las estaciones de servicio permanezca en los mismos términos reales.

También llamaron la atención por "los costos operativos que no pararon de crecer y también se generaron nuevos como los relativos al tema ambiental, seguridad, gastos financieros", además de "una incidencia significativa de los salarios en la ecuación de las estaciones de servicio", destacó Díaz.

Las condiciones del mercado en el que existen básicamente dos sistemas de comercialización: el sistema Consignado y el sistema de Reventa, pero que ninguno de los dos tiene la posibilidad -por condicionamiento de las petroleras- de trasladar el incremento de sus costos al precio, lo cual en determinadas circunstancias lo puede llevar a un ahogo financiero.

A modo de ejemplo, las empresas expendedoras señalan que en el período marzo de 2014 a marzo de 2017, el precio de la nafta súper subió 82,80 % y los salarios de convenio del sector subieron un 182,75 %; mientras que de marzo de 2016 a marzo 2017, el precio de la nafta súper creció 24,55 % y los salarios del sector 42%.

Otro antecedente que habría incidió negativamente fue la posibilidad de que las empresas petroleras operen en forma directa en la venta, obviando la intermediación de las estaciones de servicio y entregando los combustibles directamente a los grandes usuarios, en particular en zonas rurales de producción y a las empresas que demandan a granel.

Al término de la reunión, De Vido anticipó que girará las exposiciones de los visitantes a los asesores de la comisión, y que el plenario de la misma se reunirá dentro de dos semanas.
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