Sociedad Por seguridad

Extremaron los controles en la cárcel de Concordia

Las medidas se tomaron a partir de conocerse el caso de abuso en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná. En la cárcel de Concordia las visitas que reciben los internos "se instrumentan en un salón especial y a la vista del personal".
Tras el supuesto abuso en la cárcel de Paraná se extremaron los controles en la de Concordia. El escándalo se dio a conocer el martes y se trata de un supuesto abuso que sufrió una niña por parte de un convicto, en el marco de una visita que la pareja del detenido - y madre de la menor - realizó al sujeto en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná.

Tras la difusión de este grave hecho, se desató un importante revuelo en el ámbito del Servicio Penitenciario, lo que hizo que el propio ministro de Gobierno, Mauro Urribarri, decidiera pasar a disponibilidad al Prefecto Cristian Burgos, director de la UP Nº 1.

La medida alcanzó también al Jefe de la división de Cuerpo, y al jefe de Sección Seguridad; a la vez que se inició el proceso de sumario administrativo correspondiente.

En Concordia

Ese tipo de reclusos, actualmente conviven dentro de la población carcelaria de la Unidad Penal N° 3 de Concordia.

En efecto, las visitas que reciben "se instrumentan en un salón especial y a la vista del personal que mantiene un control permanente", detalló el alcalde mayor Rubén Gómez, a cargo del lugar, supo Diario Río Uruguay.

El hecho hizo que el Servicio Penitenciario ajustará los recaudos del caso, cosa que repercutió en la cárcel local.

"Fue inmediato la orden; es más, cuando nos hicimos eco de la noticia realizamos una reunión de oficiales a mi cargo y el personal de requisa en sí para intensificar los controles", puntualizó el responsable de la UP 3 al programa "Con todo al Aire" (Radio 10 Concordia).

Gómez manifestó además que "estamos más que doloridos en la institución con este caso"; ya que "es fácil opinar desde afuera - yo me reservo la opinión por respeto a mis camaradas - y esperemos que la Justicia obre y se determine qué fue lo que sucedió", agregó.

La investigación

Volviendo al hecho que desató el escándalo y en el marco de la investigación, se secuestraron por estas horas libros de visitas y otros documentos públicos para tratar de determinar si dos niñas de 9 y 11 años eran ingresadas a la Unidad Penal para que sean abusadas por Alberto Sueldo, el remisero que en 2014 aceptó en un juicio abreviado cumplir una condena de 16 años de prisión por tres abusos sexuales cometidos en Paraná, entre ellos el de una menor de edad, más otro que consumó en Catamarca.

Según se indicó a Elonce TV, este sujeto estaba alojado en el pabellón de violadores y la mujer mantenía una relación de aproximadamente dos años con el mismo. Lo habría conocido cuando iba a visitar al padre biológico de las niñas, otro interno condenado por homicidio.

La fiscal Violencia de Género y Abuso Sexual, Fernanda Rufatti destacó que el entrecruzamiento de llamadas y mensajes entre los sospechosos fue "central". Incluso, en algunos de dichos registros quedaría evidenciado que la madre "entregaba" a la mayor de las niñas al condenado para que éste abusara de ella.

Mientras tanto, las nenas declararon en Cámara Gessell. La funcionaria precisó que una de ellas confirmó los abusos que se investigan, mientras que la otra dio un relato del que no surgiría que fue abusada. No obstante, la fiscal admitió que el entrecruzamiento de llamadas y mensajes serían contundentes respecto de la responsabilidad de la mujer.
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