Sociedad San Luis

Qué decían las cartas que dejó el padrastro que mató a niña

Sobre una mesita que estaba en su celda de la cárcel, y junto a la Biblia, había una bolsita con tres papeles pequeños, todos escritos con lápiz. Uno iba dedicado a sus tres hijos, otro a su madre y el tercero a su mujer.
Sobre una mesita que estaba en su celda de la cárcel puntana de Pampa de las Salinas, y junto a la Biblia, había una bolsita con tres papeles pequeños, todos escritos con lápiz. Uno iba dedicado a sus tres hijos, otro a su madre y el tercero a su mujer, también presa. Según informaron a Clarín, en esa última carta, Lucas Gómez, el padrastro de Florencia Di Marco (12) que ayer se suicidó en la cárcel, y principal acusado de la violación y el crimen de la nena, le decía a la mamá de la chiquita que él no la había matado, que la encontró colgada en su habitación y que empezó a tomar y a consumir drogas: "No supe qué hacer, la subí al auto y la arrojé en otro lado porque me van echar la culpa".

"Dice en la carta que la nena se colgó, que él se puso nervioso, se drogó, la descolgó, la cargó en el auto y la tiró", confiaron fuentes del caso a Clarín. El cuerpo del padrastro fue encontrado ayer por la tarde en su celda de la cárcel de máxima seguridad de Pampa de la Salinas, donde quedó alojado luego de que fuera procesado por el crimen de Florencia, ocurrido la madrugada del 22 de marzo mientras la madre de la chica estaba internada porque acababa de parir a su cuarto hijo, el tercero que tuvo con Gómez. La jueza que investiga el crimen de Florencia, Virgina Palacios, había detenido a Gómez dos días después del hallazgo del cuerpo, descartado debajo de un puente en la localidad de El Saladillo. Lo acusaba de "abuso sexual doblemente agravado por la calidad de guardador y por mediar situación de convivencia preexistente" y "homicidio criminis causae por mediar alevosía y violencia de género". Luego, también detuvo a la madre de la nena, Carina Di Marco, por el mismo delito pero en calidad de "partícipe necesaria por omisión". Es que la autopsia reveló que había sido abusada previamente y luego se conoció que la chiquita les había dicho a sus maestras: "Mi papá me acaricia".

Gómez estaba aislado del resto de los internos, en una zona con un espacio común vigilada por cámaras de seguridad y seis celdas. Sólo una estaba ocupada, la del padrastro. Allí lo hallaron ayer: su cuerpo colgaba de una ventana que tiene una pequeña ventilación y por ahí pasó el lazo que le comprimió el cuello y que había sido armado con parte de un cable de red, que sospechan sacó de la zona común del pabellón donde solía haber un teléfono, y el cordón con que se ajustaba el jogging.

Dentro de la celda, estaban las tres pequeñas notas de despedida que encabezaba con un "hoy decido quitarme la vida". Fue el juez penal Sebastián Cadelago, quien investiga el suicidio, el que confirmó ante los medios puntanos que había dejado tres cartas. "Una dirigida a sus hijos, de los que se despide y les dice que los quería mucho: otra a su mujer, para darle una versión de lo que había pasado la noche del crimen y negar que fuera el autor del homicidio; y una más para su madre, a la que le pedía que cuide a sus chicos y le pide perdón". Los nenes que tuvo con Carina Di Marco tienen 9 y 3 años y la menor es una beba que nació justo antes del crimen de Florencia. Esos chicos hoy están bajo la tutela de familias solidarias.

"A su mujer le decía que no la había matado que, en realidad, la noche del hecho él la encontró colgada en su habitación, se desesperó, empezó a tomar alcohol y a drogarse, y le escribió: 'Tomé una mala decisión, como siempre, y no supe qué hacer. La subí al auto y la arrojé en otro lado'", explicó el magistrado. Y detalló sobre las condiciones de detención de Gómez: "Estaba en un pabellón aislado. La mayor parte del día dentro de su celda. El aislamiento era entendible porque, según las autoridades penitenciarias, era por precaución porque había detenidos que habían dado a entender que lo iban a matar".

La semana pasada, Gómez había sido trasladado para que le extrajeran sangre para cotejar con el material genético que se halló en el cuerpo de la nena, asesinada la madrugada del 22 de marzo en la localidad de El Saladillo.

La base de pruebas con Gómez iba desde el relato de los testigos que vieron al padrastro la madrugada del homicidio por el lugar donde se halló el cuerpo de la nena y del video del peaje que lo ubica allí hasta una cámara de seguridad que registra el paso de su coche por el barrio El Lince pasadas las 10 del día del crimen: justamente por esa cuadra apareció abandonada la mochila de Florencia. También, una pericia al celular de Gómez había demostrado que consumió con 415 páginas porno en las horas previas al homicidio, en especial "videos gay, sobre incesto papá e hijo, incesto gay, entre otros". El tráfico fue interrumpido el día del asesinato entre las 3.19 y las 8.16, según consta en la causa. La data de muerte es entre las 4 y las 8 de ese día.

La autopsia al cuerpo de la chiquita, que fue estrangulada, reveló además que había sufrido abusos previos y una comisión judicial que viajó a Mendoza, donde solía vivir la familia, consiguió más datos: las maestras del colegio al que concurría la nena antes de mudarse a San Luis sospechaban que el padrastro abusaba de ella, ya que ella les había dicho: "Mi papá me acaricia". Las docentes hicieron una reunión con la madre para decírselo y ella respondió que su hija era una mentirosa. Ahora, estas maestras están suspendidas por la Dirección General de Escuelas de Mendoza por "omisión de denuncia".
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