Sociedad Tras polémico show

El Indio Solari, "mejor pero con bronca y tristeza" por el show en Olavarría

Allegados al músico indican que Solari sigue muy golpeado por las consecuencias de aquel recital y parece difícil que vuelva a presentarse en vivo. "Está mejor, pero sigue triste y enojado", contó un amigo del cantante.
Un mes exacto después de su último show, el tristemente célebre concierto en Olavarría, el Indio Solari reapareció en público desde la voz de un teléfono para abrazar simbólicamente a los padres y amigos de Micaela García, y recordar a la joven asesinada en Gualeguay. El ex cantante de Los Redondos se conmovió con la historia de la chica y con las declaraciones de sus padres, posteriores al crimen, y cantó durante el velatorio una estrofa de su tema "Juguetes perdidos". Fue la primera vez que se escuchó su voz en el último mes desde los primeros minutos del 12 de marzo, cuando terminó de cantar "Mi perro dinamita", última canción de aquel concierto extraño durante el cual murieron dos hombres.

Según contaron a Infobae allegados al músico, Solari sigue muy golpeado por las consecuencias de aquel recital y parece difícil que vuelva a presentarse en vivo. "Está mejor, pero sigue triste y enojado", contó un amigo del cantante, quien aseguró que el Indio sabe que las circunstancias del show, y lo que generó en la opinión pública, "le impiden tocar otra vez".

Solari está refugiado en su casa de Parque Leloir, en el conurbano oeste, pasa gran parte de sus días dedicado a grabar su próximo disco, el quinto en su era post Redondos, y a darle contenido a un libro que contará su vida. Ese es su refugio. "El Indio está mejor, laburando en finalizar el disco. Pero igual oscila entre la tristeza por lo ocurrido y la bronca a causa del manejo político que, en la práctica, lo enajena de su público en tanto le impide tocar otra vez", comentó a este medio un amigo del músico.

El Indio, que cuando le tocó declarar ante la fiscal Susana Alonso lloró y dijo que la responsabilidad es de la productora, cree que cierto sector político y de la opinión pública se regodeó con la tragedia, que destiñó un show al que asistieron unas 400 mil personas, aunque el predio donde se hizo estaba habilitado por contrato para 155 mil.

"Los que soñaban con endilgarle un Cromañon querían hundir su carrera. No lo lograron, pero sí echaron sobre el show una pátina de inseguridad tan grande, que si tocase nuevamente todo el mundo estaría esperando una lista de muertos", comentó esta persona, que comparte mucho rato con él, pero que prefirió que no se publicara su identidad, y aseguró que todos en el entorno del músico, incluido el propio Solari, creen que es así.

Sin especificar en los detalles, Solari, que durante el show de Olavarría se manifestó a favor de Abuelas de Plaza de Mayo y criticó al gobierno nacional porque "el Estado no puede ser antes penal que social", cree que, de volver a tocar correría demasiados riesgos su público, y por eso piensa que será muy difícil subirse a un escenario de nuevo. "¿Y quién puede controlar lo que pasaría entre 300 mil personas, o 400 mil, o medio millón? ¿Quién, por debajo de Dios, estaría en condiciones de asegurar que en ese mar de gente no va a pasar nada malo, cuando bastaría con tirar un par de petardos para que la gente se eche a correr?", comentó su amigo y aclaró, sobre sus palabras: "Todos pensamos así, el Indio también".

Durante el show murieron dos personas, Javier León (42) y Juan Francisco Bulacio (36), y el hospital de Olavarría atendió durante esa madrugada a diez heridos con fracturas y otras lesiones. Por los hechos, la Justicia abrió una causa que, a un mes del concierto, navega con rumbo incierto. Las autopsias a León y Bulacio indicaron que no habrían muerto producto de alguna avalancha o circunstancia del concierto, sino por un problema en el corazón (el caso de León) y de sobredosis. Para esta semana se espera el informe de una médica legista, que sería la prueba definitiva al respecto.

El caso está caratulado todavía como "averiguación de causales de muerte" y tiene como imputados a los hermanos Marcos y Martín Peuscovich, socios en la productora En Vivo, que organizó el show. Pero lo más significativo no sale de la causa en sí: la fiscal Susana Alonso decidió entregar el caso a una Unidad Especial del Departamento de Azul del Ministerio Público. Una fuente judicial adelantó a Infobae que el lunes se hará oficial el traspaso, decidido por la "alta complejidad" en la investigación, y quien tomará las riendas será David Carballo, a cargo de esta oficina para delitos complejos.

Otro punto clave para ponerle un delito a los hechos sería la cantidad de personas que entraron al predio La Colmena para ver a Solari. Por ahora, la empresa tuentrada.com, a cargo de la venta de los tickets, reconoció ante la Justicia que vendió 190 mil accesos. El contrato que firmó En Vivo con el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, marcaba que la "sala" tenía capacidad para 155 mil personas, a razón de un espectador por metro cuadrado. En una declaración testimonial, un empleado de la productora, que manejó el drone que registró al público en el show, calculó "a ojo" que había "unas 500 mil personas".

Un equipo de Bomberos Voluntarios de la Policía Federal se llevó la semana pasada fotos y videos para analizar cuánta gente pudo haber concurrido y confirmar si se pasó del límite indicado en el contrato. Los resultados, confiaron fuentes judiciales a este medio, estarían para la última semana de abril.

De probarse que hubo más gente que lo permitido y, que León y Bulacio murieron o se descompusieron dentro de La Colmena, los hermanos Peuscovich podrían ser acusados de estrago doloso, un delito que prevé una pena de hasta 20 años de prisión.
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