Sociedad Sueño saludable

Un descanso en el trabajo y el estudio: Los siestarios, una tendencia que crece

Universidades y empresas ya destinan espacios para que los estudiantes y los empleados tomen descansos. Expertos dicen que sirve para combatir la fatiga y mejorar la productividad.
Inmersos en una vorágine urbana, donde las demandas sociales, familiares y laborales desbordan a quienes hacen malabares para encontrar espacios de ocio, en algún momento del día pueden sufrir fatiga e irritabilidad, dificultad para concentrarse e incluso hasta una disminución de los reflejos visuales o auditivos. Estos síntomas de somnolencia fueron la razón que llevó a algunas empresas y universidades porteñas a instalar lugares de descanso.

Desde las oficinas de Google en Puerto Madero, hasta la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), de la UBA, los siestarios se tornan protagónicos. Y en algunos casos, como el de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), ocupan más de 7 metros cuadrados.

Entre defensores y críticos, estos espacios comenzaron a incursionar en la cultura porteña en 2010 con el concepto de descansar para luego retomar las tareas más renovados.

En la Argentina, el 15 % de la población duerme menos de seis horas por día (el sueño ideal es de ocho para un adulto, según la Organización Mundial de la Salud).

"Todo influye en el sueño, desde el salario hasta la calidad de vida y, sin dudas, la productividad laboral; y quienes tienen menos recursos, logran dormir menos horas por día", explicó el director de Docencia e Investigación de la Facultad de Medicina de la UCA, Daniel Cardinali.

"Vamos al pasto". Así le dicen los estudiantes de FADU, en Buenos Aires, al siestario. Seis alumnos de una cátedra de Arquitectura, liderada por Alberto Varas, ganaron un concurso y desarrollaron el innovador proyecto, que usó elementos nobles que aluden a los tiempos de esparcimiento y recreación. La estructura metálica está completamente recubierta con pasto sintético y madera.

"La hora pico es a las 14, cuando se ve mucha gente esperando que se desocupe uno de los codiciados espacios del siestario", contó a Clarín Mariel Salomon (21), una estudiante de Diseño de Imagen de la FADU. El espacio responde a todas las necesidades de ocio, desde divanes para el reposo, ergonómicamente desarrollados, que permiten el descanso entre materias, y hasta un sector para relajarse junto a otros estudiantes.

El concepto de un lugar para descansar sugiere adaptarse a la naturaleza compleja de la realidad actual urbana. En línea con esta idea, la compañía Google desarrolló un espació con una composición minimalista, con piso de madera y el gran protagonista: un puff azul del tamaño de una cama, rodeado de alfombras y espacios para apoyar objetos (teléfonos, dispositivos electrónicos y libros). Los empleados puedan usarlo durante el día para descansos de hasta 25 minutos, que ayudan a mejorar la productividad. "Cuando la puerta está cerrada, sabemos que alguien está descansando", informó un vocero de Google a Clarín.

La falta de descanso no es para menos. Desde el Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) consideran que el fin de la vigilia se alarga cada vez más. "Cerca del 40% de la población mundial sufre problemas de sueño, y un 6% tiene insomnio, un trastorno mental que no tiene causas orgánicas sino que coincide con patrones mentales, directamente relacionados con la preocupación, la ansiedad y los malos hábitos", resaltó el especialista del Departamento de Psicoterapia Cognitiva de INECO, Pablo López.

Pero esto no quiere decir que las siestas son la solución para todas las personas. Es más, "las siestas para quienes sufren problemas de sueño están contraindicadas", agregó López. "Y para quienes no sufren trastornos de sueño, el periodo de siesta debe ser corto, no más de 20 minutos, con eso basta para recuperar la atención y consolidar la memoria, así la siesta no se convierte en un intento de control de sueño", profundizó.

Para la empresa textil Arredo, la idea del descanso como algo sanador y constructivo es fundamental. "Lo venimos desarrollando desde el año pasado y hemos llegado a convocar a expertos del Instituto de Investigación del Conicet para diseñar unos siestarios que pueden ser usados por los empleados en la casa matriz del barrio de Barracas, y por el público en general, en el caso de la tienda de Medrano al 500", explicó a Clarín el Director Creativo de Arredo, Fernando Zuber. Los siestarios de la empresa forman parte del exitoso "Proyecto Dormir", orientado a difundir el sueño saludable.
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