Sociedad Del colectivo al sulky

Una particular historia de amor tuvo su sello con una boda gaucha

Él era chofer del transporte público en Córdoba y ella limpiaba los colectivos. Ayer tuvieron su boda gaucha. Suman 9 hijos entre los dos. Ambos están cursando la escuela y defienden las tradiciones.
Raúl Gustavo Peretti (58) y Roxana Beatriz López (44) están juntos hace seis años y decidieron hacer un casamiento gaucho en la plaza de Estación Juárez Celman, frente a la municipalidad de la localidad cordobesa. Para Raúl, significa vestirse igual que lo hace todos los días de su vida. Los dos están divorciados. Él es padre de cuatro hijos. Ella es madre de cinco.

Durante el año, Roxana acompaña a Raúl a la escuela, a pesar de que ella está en cuarto año de la secundaria y que ya hizo la primaria. Lo hace para que él asista a clases. Para que termine. Tal vez sea la mejor manera de describir el amor que comparten.

Estación Juárez Celman tiene sus propios aromas. A campo, a tierra. Sus 18 mil habitantes forman parte de una localidad activa. Raúl y Beatriz se conocieron en Tamse, él trabajaba como conductor y ella en el servicio de limpieza. Cuenta la historia que Roxana le preguntó a Raúl si le regalaba sus ojos. Y así nació el amor.

A las 10 de la mañana, puntualmente, se dio comienzo a la ceremonia. El sulky amarillo se acercó a la plaza lento, pausado. Mientras, los novios observaron atentos a la gente reunida al frente de la municipalidad, que festejó a cada paso la unión.
Un cantor entonó los versos del tema Desde siempre y para siempre, contigo estaré , de Los Manseros, y recorrió junto a los novios los metros de la plaza hasta llegar a la mesa ubicada en un extremo, adornada con mantas típicas.

Eva y Jorge fueron los testigos de la unión. "Somos amigos desde hace 30 años, una hermosa amistad", dijo Jorge. "Raúl se vistió así toda la vida, le gusta el campo y decidió casarse así. Nos eligieron como testigos y fue la mejor ocurrencia venir todos vestidos de gauchos para acompañarlos", mencionó Eva.
Para la ceremonia, Don Carlos Saire les prestó un sulky amarillo. Myrian Prunotto, intendenta del pueblo, presidió la ceremonia. Las empanadas criollas estuvieron a cargo de doña "Pocha" Aranda. Se trató de un trabajo comunitario en el que familiares, amigos y allegados colaboraron para el éxito del evento.

"Es la primera vez que hacemos un casamiento esencialmente gaucho", cuenta Myrian, la intendenta de Juárez Celman. "Por ahí, te agarran y te dicen: '¿Te vas a disfrazar de gaucho?'. Y yo digo: 'Respeto, uno no se disfraza de gaucho'. Nosotros nos vestimos de gaucho, porque lo llevamos en nuestras raíces, nuestra patria, nuestra enseñanza. Todos, de alguna manera, hemos estado en contacto con el campo, y la verdad es que es un placer y un orgullo representar a mis raíces".
Funcionarios trabajaron en el lugar chequeando que todo saliera bien. Sorprendieron a los novios con una ranchera y una academia de danza bailó un gato y una chacarera, mientras una multitud de medios periodísticos registraba la promocionada boda. Para terminar, empanadas fritas y bebidas frescas.

Por los parlantes brotó la ranchera, y los novios bailaron dos veces bajo el sol de un día pleno.

Entre fotos y abrazos, Raúl dijo: "No me esperaba esta sorpresa, estamos muy agradecidos con la intendenta por el apoyo brindado y a todos los que ayudaron."

Roxana, con una mano tomada de Raúl y la otra sosteniendo la libreta bordó, dijo "Seguiremos disfrutando de nuestro amor, todos los días, como lo hacemos siempre".
Fuente: La Voz del Interior
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