"Cada uno tiene su costumbre para elegir un mate, unos lo hacen por el color, otros por la textura, el cuero, los hay más fuertes, más finos, más gruesos, pero el mate es como un ser humano, lo cambia la vestimenta", confirmó a Elonce TV, el payador paranaense Blas Zapata y conocedor de las tradiciones gauchescas entrerrianas.
Cómo elegir un buen mate
Y en esa línea, arrojó un dato revelador. "El mate también te enseña a ver hasta como te levantaste", sentenció.
"Uno mismo lo hace perceptivo, porque cuando uno toma un mate, y es el mismo con la misma yerba y la misma agua, pero lo toma de una manera, no dirá el mate que yo me mire hacia mis adentros para ver cómo me levante hoy", explicó Zapata.
Respecto de la bombilla, recomendó que tiene que ser de alpaca o plata, un material que no tenga oxido, para que uno tome un mate limpio. "La paletilla y la parte superior de la bombilla, que sea de doble chapón", instó.
La innovación para la tradicional infusión: una tapa
"Le implantan esto para que no se vuelque la yerba cuando lo sacudís, cuando la boca es muy grande para poder taparla con la mano", subrayó Zapata.
Respecto a los beneficios de la innovación para la tradicional infusión, éste argumentó: "Sirve para dos cosas: achica la boca del mate también para que no se enfríe, y permite que si lo cebas y lo dejas, o si vas caminando, tampoco se enfría tanto, no se vuelca".
Una tradición que no tiene precio
"El mate siempre es gaucho, es compañero y cabal, solo que se viste de distintas formas", comparó.
Zapata que dijo ser un apasionado del mate amargo, advirtió que el mate de vidrio "no tiene vida". "Sólo sirve para saber qué gusto tiene la yerba porque no hay ninguna confusión de gustos", acotó.
El mate es una tradición que forma parte de la historia argentina y sigue dando que hablar. Elonce.com
