Cientos de rosarinos salieron a las calles para pedir seguridad y justicia. "Hay que educar, formar y dar la esperanzas de la vida. Hay que bajar las armas. Las armas son para proteger, no para matar. Y la vida de todos vale muchísimo", remarcó el conocido cura sanador.
"Nos tenemos que unir todos, sin religiones, ni políticas. Es importante reconstruir un país mejor entre todos", sostuvo el sacerdote. Finalmente instó a "reunirse y hablar para ver cómo vamos a hacer. Vamos a acompañar a todos los que hicieron la marcha. No importa si somos judíos, católicos, budistas. Vamos a rezar todos por la paz y la tranquilidad de nuestra ciudad y de toda Argentina".