"Setenta familias pueden quedar en la calle; cuarenta camas menos en Paraná; más de once mil afiliados al PAMI deambulando", es el diagnóstico que dieron a conocer los trabajadores, que el domingo decidieron visibilizar el reclamo y organizaron una olla popular frente a la Iglesia Catedral
El reclamo es que se les garantice la continuidad laboral y eso, de momento, es una ficción: la empresa está en un conflicto con la obra social de los jubilados, PAMI, y decidió no efectuar internaciones. Y como la Clínica España es un sanatorio "PAMI dependiente" esa determinación supone un serio riesgo a futuro.
Aunque la situación de quebranto no afecta sólo a la Clínica España.
La Asociación de Clínicas y Sanatorios de Entre Ríos (Acler) ha dado a conocer un duro diagnóstico respecto del estado en el que se encuentran las empresas del sector, con un riesgo posible de cierre en muchos casos.
"La Asociación de Clínicas y Sanatorios de la Provincia de Entre Ríos, ante el inminente cierre de sanatorios de la Provincia, debido a la agudización de la crisis que afecta a las instituciones sanatoriales fundamentalmente por la no claridad en el pago de las prestaciones del PAMI, fuerte presión impositiva, falta de financiación, fuerte aumento de los costos de energía, insumos y costo laboral sin lograr la recomposición de los valores prestacionales, alerta que esta situación acarreará un severo déficit de atención a la salud de la población por falta de camas".
El impacto más directo lo soporta el Hospital San Martín, el centro de mayor complejidad de la provincia: allí el 40% de la demanda que hoy tiene proviene de pacientes que, en otro momento, es absorbida por el sector privado. "Estamos trabajando a cama caliente", admite Eduardo Elías, director del San Martín, y no sólo se refiere al incremento de pacientes que no atienden las clínicas, sino también a la alta derivación desde el interior, que hoy llega al 40%.
En ese marco, dice, el funcionamiento del Hospital del Bicentenario Teresa Ratto, de momento no descomprime la demanda. "Lo que se necesitan son camas de internación, y sobre todo camas críticas, en Terapia Intensiva, y eso el Teresa Ratto todavía no está brindando", señala.
Empleados
Omar Duerto, secretario general de la Asociación Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), dice que la zozobra recae sobre los aproximadamente 4.000 empleados del sector, que temen cierres de sanatorios.
El conflicto, asevera, no sólo se reduce a la Clínica España, sino que también alcanza al Sanatorio Río y el Instituto Cardiovascular de Entre Ríos, en Paraná; al Sanatorio Evangélico de General Ramírez; el Centro Médico de Crespo; también el Sanatorio Agos, de Gualeguaychú.
En ese marco, señala que la Clínica España lo que hay es incertidumbre. "Queremos que los directivos nos informen cuál es la situación. No hay confirmación si cierran o si continúa trabajando. No podemos tener una definición concreta, y esa incertidumbre se traslada a los trabajadores. Lamentablemente, esto ha sido así con las últimas tres administraciones que ha tenido la clínica", señala Duerto.
No cree el dirigente que los problemas se resuman a los erráticos pagos de prestaciones por parte de PAMI, sino que atribuye también un grado de responsabilidad a los administradores. "Si no, no se entiende cómo es que hay clínicas que están muy mal, sin pagar los sueldos de personal, y otras que están funcionando bien, sin problemas", planteó Duerto.
