Sociedad Se arroja polvos de colores al aire

Alertan sobre los peligros de las "fiestas de colores"

Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial advierten sobre los riesgos asociados con los "polvos de colores" en las fiestas, una moda muy usada en países europeos y que está llegando a la Argentina.
La moda de realizar eventos sociales en los que se promueve la suelta de polvos de colores en el ambiente llegó también a la Argentina. Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) advierten sobre los riesgos asociados con su uso, y explican cuáles son los aspectos a considerar para garantizar la seguridad de las personas que asistan a esas fiestas.

Los polvos de colores -o holi powder, como se los conoce en inglés- se usan desde la antigüedad, por ejemplo como parte de la animación de festividades en la India. Pero la forma en que se están utilizando en la actualidad genera riesgos y puede dar lugar a accidentes impensados.
En junio de 2015, en una fiesta de polvos de colores en Taiwán, murieron 11 personas y cientos de ellas resultaron heridas por quemaduras. En esa oportunidad, la nube generada al producirse la suelta de los polvos por parte del público, se encendió por efecto de la temperatura de las luces del escenario.

"En ciertas condiciones de granulometría, humedad, temperatura y/o concentración, en aire ambiente y en presencia de una fuente de ignición suficiente, las partículas de polvo combustible son susceptibles de provocar y mantener una combustión que tome la forma de deflagración ?encendido de la nube de polvo en forma de llamaradas que se propagan? o una explosión, que implica el incremento de la presión ambiente", indica la ingeniera Geraldine Charreau, directora del Centro INTI - Incendios y Explosiones.

Es indispensable que los polvos de colores no sean combustibles ni tóxicos para el organismo

Los polvos que se utilizan en estos eventos son por lo general de origen orgánico ?harinas y/o almidones?, y por tanto, combustibles y potencialmente explosivos, sin mayor diferencia por ser de maíz, arroz u otros.

Cuando estos polvos combustibles son utilizados en ambientes abiertos, al aire libre, el riesgo de explosión se limita, pero no así la posibilidad de que se produzca una deflagración o llamaradas que se propagan por la nube en suspensión.
Dado la novedad de este uso en la actualidad, no se ha desarrollado legislación al respecto. De acuerdo con la especialista, cuando se realizan fiestas de estas características deberían tenerse en cuenta diferentes aspectos, a efectos de limitar el riesgo: utilizar espacios abiertos, no cerrados; advertir a los participantes; no usar los polvos con llamas abiertas, cigarrillos o pirotecnia; no utilizar dispositivos de aire o gas a presión para tirar el polvo en el ambiente (por la carga estática que se puede generar y que puede producir el encendido); cuidar la seguridad de las instalaciones eléctricas que pueda haber en la zona; no emplear lámparas halogenadas (que generan altas temperaturas); disponer de instalación y reserva de agua contra incendios; disponer de un plan de emergencia sanitario para evitar demoras en la atención en caso de ser necesario.

De manera independiente a las medidas señaladas, que son sólo preventivas y/o paliativas, es indispensable que los polvos que se empleen no sea combustibles ni tóxicos para el organismo. Esta variante, mucho más segura, se encuentra en la actualidad en desarrollo en países europeos. "Sin dudas, se trata de un desafío que apunta a garantizar la seguridad de todos", destaca Charreau.
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS