Si bien el fiscal general José Ignacio Gerez se cuidó de anticipar el informe, La Mañana de Neuquén accedió a una fuente que confirmó que "de los 15 caballos a los que se les extrajo sangre, apenas 3 no tenían sustancias prohibidas".
El dato es revelador y, a partir de allí, la misma fuente aseguró que "ahora llegará el momento de acusar a los responsables", y aclaró que ese operativo tuvo la particularidad "que todos los caballos eran de diferentes dueños y tenían distintos cuidadores".
Aunque las sustancias prohibidas no fueron confirmadas, se supo que hay de diferente tipo y se pueden encuadrar en dos leyes distintas.
"La ley antidopaje para animales es muy amplia; hay que ver cuáles coinciden con las que prohíbe o si entran en la ley de maltrato animal, conocida como ley Sarmiento", explicó Gerez en LU5.
"Algunas de las sustancias encontradas, inyectadas en un animal que no tiene problemas de salud o no está en tratamiento, encuadran en el maltrato animal", aseguró un reconocido especialista en turf, que prefirió mantener su nombre en reserva.
Con la seguridad de que hubo doping, el paso a seguir es la atribución de responsabilidad. Gerez argumentó que al ser "una responsabilidad individual y no una social" el club no tendrá sanciones.
Aunque las causas aún no se iniciaron, el doping encuadra dentro del maltrato animal y la ley prevé penas muy bajas: de 15 días a un año de prisión y es excarcelable.