Sociedad Virus en primera persona

Un paciente de Paraná contó su padecimiento al ser afectado por el dengue

Síntomas de gripe y ardor donde fue picado, fue lo que sintió la persona afectada de dengue. Viajó a Misiones y volvió enfermo. Pesares y dolencias que provoca una enfermedad de la que mucho se habla pero que a veces se ignora.
Síntomas de gripe y ardor donde fue picado, fue lo que sintió.
Foto: Síntomas de gripe y ardor donde fue picado, fue lo que sintió.
Raúl recuerda claramente cuándo y en qué lugar lo picó el mosquito. Era la última noche de vacaciones con su familia, en las Cataratas del Iguazú. Habían pensado en viajar a Colón pero la crecida del río Uruguay les hizo cambiar los planes. Las Cataratas, las que habían visitado cuando eran una joven pareja sin hijos, se presentaban como un buen programa para pasar una semana con los tres chicos. Por entonces, principio de enero, los casos de dengue no eran tantos, alguno perdido en los titulares de los diarios. Ahora suman miles.

A principios de enero, cuando Raúl, su mujer y sus tres hijos, viajaron a Misiones, el dengue no dejaba de ser un mal exótico, a pesar de la persistente campaña de descacharrización. Algo que le pasaba a otros. Nunca pensamos que podemos ser nosotros.
Raúl estaba en el complejo de cabañas donde se alojaban. Al atardecer, la hora predilecta en que ataca el Aedes aegypti para picar e inocular el virus, Raúl tuvo que ir hasta las piletas a buscar a uno de sus hijos, publicó El Diario. Dejó de lado la prolija costumbre que había adquirido de colocarse repelente. Sólo por esa vez, porque estaba apurado. Y al borde de la pileta, cuando el lacerante picor de aguja le perforó el milímetro de piel en la pierna pensó: "No vaya a ser?". Al otro día regresaron a Entre Ríos, a hacer su vida de todos los días.

De vuelta a casa, intentaron retomar la rutina. En su primer día de trabajo, Raúl se sintió afiebrado. El termómetro marcaba 40º y el ibuprofeno sólo menguaba la temperatura un par de horas para luego volver a subir la línea roja hasta el tope.
Diagnósticos. Los síntomas del dengue comienzan con fiebre alta. Hay quienes sufren fuertes dolores en las articulaciones o detrás de los ojos. Otros, apenas las molestias de la temperatura alta.

Raúl se presentó a trabajar, unos cinco días después del fin de sus vacaciones, y sus compañeros advirtieron que tenía la cara colorada, el semblante afiebrado. "Andá al médico", le aconsejaron.
Llamó al servicio de emergencias y el doctor que acudió a su casa le hizo la revisación de rutina. No sentía más que el calor de la fiebre y el médico supuso que se trataba nada más que de un proceso gripal.

?¿No le dijiste que habías viajado a una zona donde había epidemia de dengue?
?No.

?¿Por qué?
?Porque ni yo ni mi mujer queríamos pensar en eso.
El médico tampoco preguntó y recetó un antigripal de venta libre. Raúl pensó que podría seguir con su vida de todos los días, pero la fiebre no aflojaba. "Ya va a pasar", pensaba, porque no tenía otro síntoma.
Al otro día, no podía seguir en pie con esa temperatura y acudió a la guardia de un sanatorio. Más que la fiebre no sentía otra cosa.
"Es un principio de gripe", repitió el doctor que lo vio en el apuro de la demanda médica, y lo mandó a su casa con ibuprofeno y recomendaciones de reposo.

?¿Tampoco le dijiste que habías viajado al norte?
?No.
El galeno no preguntó.
Fiebre
Raúl pensaba, confiaba, que aquello iba a pasar. No era raro tener fiebre, solía pasar que uno levantara temperatura en pleno verano aún sin tener resfrío o dolor de garganta. Pasaba, un tiempo y pasaba. Pero un par de días después le aparecieron unas manchas en las piernas, diminutos granos que picaban y dolían. Aquello era más que un principio de gripe. Decidido a buscar las causas de sus males acudió a su médico de cabecera, y entonces sí dijo que volvía de un viaje a Misiones. El profesional le prestó más atención y lo remitió al Hospital San Martín a que se hiciese los estudios correspondientes.
En el hospital, los primeros análisis confirmaron que se trataba de un posible caso de dengue. Placas y glóbulos bajos, remarcaba el resultado. Debía internarse inmediatamente para recibir los cuidados necesarios. Pero en el hospital no había camas, tampoco en ninguna clínica privada.
?Fue muy raro. Todo estaba lleno.

?¿Pensás que no querían recibirte porque tenías dengue?
?No sé.

Internación
A la madrugada, se desocupó una habitación y allí fue alojado para que estuviese aislado. Con doble mosquitero como mayor resguardo, pasó esos días en una cama, con los cuidados de su mujer quien debía repartirse entre la compañía al enfermo y ocuparse de los hijos, para contener la preocupación del resto de la familia.

?La atención fue excelente. Los médicos, los enfermeros, toda la gente se portó muy bien. Uno a veces piensa que es mejor una clínica privada, pero no es así.
En la cama del hospital, Raúl no podía parar de pensar. Su mayor preocupación era la salud de su gente, de sus hijos de su mujer y también del resto de las personas.
?Tenía mucho miedo de contagiar a alguien.

Mientras, las autoridades sanitarias de la provincia se ocupaban de montar lo que se denomina bloqueo sanitario que consiste en fumigar la casa del paciente y la de sus vecinos, en un radio de por lo menos cuatro manzanas.
El mosquito que transmite el dengue no vuela muy lejos. En toda su vida, no va más allá de donde nació, unos pocos metros. Por eso es que se insiste tanto en evitar que en la casa haya objetos o cacharros donde se acumule agua y que sean lugar propicio para criaderos de larvas. Si no hay mosquito en la casa, no vendrá desde lejos a picarlo, sería la recomendación. El insecto es el único transmisor del dengue ya que esa enfermedad no se transmite de persona a persona.

Recuperación
Raúl ya superó sus dolencias. Después de casi una semana volvió a su casa. Aunque le llevó unos días reponerse de la fiebre y la internación ha recuperado fuerzas y trabaja normalmente. Le tiene más miedo a los prejuicios y la discriminación (por eso lo mencionamos con un nombre ficticio, claro está) que a las consecuencias de la enfermedad.
Sabe que nunca más puede volver a infectarse con el virus del dengue, ya que una segunda ocasión sería mortal. Por eso, en su hogar hay aparatos ahuyenta mosquitos encendidos durante todo el día y se esmeran por mantener el patio limpio y el pasto bien cortado.
Y sabe también, claramente, que las medidas de prevención no deben tener excepción.

Otro caso
En las últimas horas, se confirmó un nuevo caso de dengue en Entre Ríos. Se trata de una mujer de la localidad de San Benito que había viajado hace poco a la provincia de Misiones, por lo tanto sería un caso importado. La paciente presentaba fiebre alta y dolor muscular y el análisis de serología le habría dado positivo.
Según se informó a El Diario, al cierre de esta edición se encontraba en buena evolución y en su casa, aunque en estado de aislamiento.
Además, se habían tomado los recaudos del bloque epidemiológico consistente en fumigación y descacharrización de la zona donde habita la persona infectada.
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