Ibrahim Sawan es un empresario dedicado a la exportación de fruta y se encontraba trabajando en Siria. "Cuando el año pasado, varios países declararon la guerra a Irak y al ISIS que ocupaba el noreste del país, se cerraron los aeropuertos una semana antes de que pudiera abandonar el país", recordó la profesional. "Por lo que la única manera de salir, era a través de El Líbano o Jordania. Sin embargo ahora la guerra se ha extendido hacia el suroeste de siria, es decir hacia la frontera con El Líbano", lamentó.
La mujer explicó que su esposo "está naturalizado argentino". "Ya que hace 33 años que estamos casados y tenemos tres hijos y es por eso que le he pedido a la Cancillería argentina que lo sacaran del país con algún diplomático de nuestro país", detalló Sauán, al tiempo que advirtió: "Las gestiones diplomáticas para que mi marido pueda regresar a la Argentina, nos ponen en el riesgo de perder los bienes materiales que tenemos en Siria".
"No puede venir, me iré yo y moriré allá con él", finalizó la abogada.