El pontífice invitó el domingo a los fieles en la Plaza de San Pedro en Roma a orar en silencio junto con él por los migrantes que mueren "en sus viajes terribles".
También oró para que Dios "nos ayude a cooperar de manera efectiva para impedir esos crímenes que ofenden a toda la familia humana". Francisco notó que el cardenal de Viena estaba presente en la plaza.
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El Papa imploró a la comunidad internacional a "hacer algo para poner fin a la violencia y abusos de poder" como los que impulsan a esos migrantes, como los cristianos en Irak, Nigeria y otros sitios, a huir en busca de protección.
También recordó que en Harissa, Líbano, fue proclamado beato el obispo sirio-católico Flaviano Michele Melki, quien defendía a cristianos de las persecusiones. El Sumo Pontífice pidió que "la beatificación de este obispo mártir sirva para infundir consolación, valor y esperanza" a los cristianos perseguidos en Oriente Medio y otras partes del mundo.
"Qué también sea estímulo a los legisladores y a los gobernantes para que en todos los lugares sea asegurada la libertad religiosa, y a la comunidad internacional para que se ponga fin a la violencia y los abusos de poder", agregó el Papa .