agregó que es consciente que podría volver a la cárcel.
"Las muertes son una mochila que voy a llevar toda mi vida.
Pesan un montón y no me imagino una vida sin esto. Hace tres años
que hago terapia psiquiátrica porque la tristeza se me hizo cada
vez más grande", comentó Fontanet.
En diálogo con la señal de cable Todo Noticias (TN) el exlíder
de la banda que espera el fallo de la Cámara de Casación Penal que
tendrá que decidir si confirma o no las penas impuestas, insistió
en su inocencia y reveló que a partir de la noche de la tragedia
nunca más confiaron en la palabra de nadie y sólo volvieron a
tocar en lugares mediante la firma de contratos.
"Esa noche llegamos creyendo que todo estaba en condiciones.
Fuimos con nuestras familias porque pensábamos que todo estaba
bien. Pero a partir de las 11 de la noche me pareció todo el
tiempo estar viviendo algo que no era real. Desde ese día nunca
más confiamos en nadie y no hacemos más nada de palabra", sostuvo.
Durante la entrevista Fontanet habló sobre la noche de la
tragedia, sobre la cárcel, el juicio, su hijo y el futuro.
"Se nos condenó sin pruebas, somos inocentes y la actitud que
yo hubiese tenido no cambiaba lo que pasó. Nos habíamos
acostumbrado a las bengalas. Antes de Callejeros ya se prendían
bengalas en los recitales", indicó.
El "Pato" señaló que sus días presos fueron muy duros porque
mientras estaba en la cárcel, nació su hijo: "La cárcel fue dura
porque hacía unos meses que había nacido Homero y me perdí toda
una parte del crecimiento de él. Una de las cosas que me ayudó
fue el apoyo del resto de los presos".
El exlíder de la banda señaló que lo que lo salvó de la depresión fue la causa judicial y que buscaron el apoyo de
distintos referentes como Estela de Carlotto, Hebe de Bonafini y
de Jorge Bergoglio, cuando era Cardenal.
"Buscábamos gente que tuviera determinada posición y que nos
diera su visión porque teníamos un desoriente muy grande. Nos
juntamos con Hebe, Estela, el rabino, y de Bergoglio nos sorprendió la claridad de él y que no nos habló del punto de
vista religioso. Realmente nos sentimos escuchados", precisó.
Por último, Fontanet contó que volvió a pasar por el santuario
de Cromañón: "Es el lugar donde se terminó mi sueño, mi juventud y
las cosas que uno se imagina en la vida.
"Si ahí yo tenía una vida a partir de ahí cambió rotundamente.
En los últimos años traté de retomarla, pero cambió para siempre,
todo sigue siendo muy doloroso y es algo que no puedo cambiar",
finalizó.
NA.
