Lexell posteó ese mensaje en la red social y una búsqueda le demostró que decenas de usuarios habían copiado su mensaje, pero sin adjudicárselo a ella como la autora.
Inició una denuncia en Twitter y la historia terminó con la difusión de un mecanismo para reclamar la autoría de los tuits.
El mensaje replicado por las cuentas fue eliminado y en su lugar puede leerse: "Este tuit fue retirado en respuesta a un reporte de copyright".
El caso fue reportado por la cuenta @PlagiarismBad, dedicada a cazar a los usuarios que roban mensajes o se hacen pasar por otras personas.
"Yo solo expliqué a Twitter que como escritora independiente me gano la vida escribiendo bromas y uso algunos de mis tuits para ponerlas a prueba. Entonces, mis bromas tienen propiedad intelectual y los usuarios en cuestión no tenían mi permiso para replicarlas sin darme crédito", señaló Lexell en declaraciones que reproduce The Verge.
Cualquiera que desee reportar una infracción de ese tipo puede hacerlo desde un formulario de quejas, por ahora solo disponible en inglés. Son los administradores de Twitter los que definirán si un mensajes es eliminado o no.