"La citricultura entrerriana es una polea que genera trabajo genuino y que tiene un gran impacto en toda la zona. Son miles las familias que viven de esta producción que hoy, como otras economías regionales, está tocando fondo porque a la falta de competitividad se suma la escasa rentabilidad y la presión impositiva. Hoy, un productor recibe 30 centavos por un kilo de frutas", reveló De Angeli y cerró: "Esta ecuación es una aplicación de la ley de abastecimiento, porque los citricultores tienen que seguir trabajando aún con grandes pérdidas".
"La producción, con medidas acertadas, se recupera y cuando eso pasa se beneficia la región, porque gana el que trabaja, gana el municipio que recauda y ganan los vecinos que ven que su pueblo crece, mejoran los servicios y hay un futuro para sus hijos. Si cambian las políticas, vamos a recomponer la mesa porque los alimentos volverán a estar cerca del bolsillo de la gente", concluyó De Angeli que en el Congreso propuso la creación de un Fondo de Garantías para la Citricultura (FoGaCi) que beneficie a los pequeños y medianos productores de Concordia , Federación y de Monte Caseros en Corrientes, y que apunte a la modernización del sector en toda la región de Salto Grande.