Política Se pronunció porque los estados deben apostar al “camino del diálogo”

Baltasar Garzón recibió el título Doctor Honoris Causa otorgado por la Uader

El jurista español dijo a Elonce TV que “los ciudadanos quieren que se les proteja y una justicia independiente y ágil”. También afirmó que el gobernador “es un punto de referencia en la defensa de los derechos humanos”.
El jurista Baltasar Garzón recibió el título Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) por su “promoción de los Derechos Humanos”, en un acto realizado en el Teatro 3 de Febrero de Paraná.

En su discurso, Baltasar Garzón manifestó que era una “grave responsabilidad” recibir el título Honoris Causa. Al ser consultado por los motivos que lo dijo, argumentó: “El reconocimiento académico de una universidad, que además tiene una cátedra de Derechos Humanos, exige estar a la altura de la misma. No es indiferente que te reconozcan por el compromiso y el activismo de los ddhh y que después no seas coherente con ese otorgamiento y no continúes haciéndolo, porque te pondrán exigir la responsabilidad de que no cumpliste a lo que te habías comprometido”.

Además, ante Elonce TV, entendió que “la universidad, como en ningún otro lugar, es donde se forja no solo el conocimiento sino también las convicciones de las personas y por tanto, formar parte —aunque sea ad honores— de ese claustro de doctores, implica una responsabilidad muy grave a quienes pueden tener un punto de referencia en la defensa de sus principios”.

Garzón también dejó un mensaje a los jóvenes porque, sostuvo, “es fundamental” ya que “los jóvenes son ahora, pero también son el futuro”. En ese sentido, destacó que “en Argentina, como en ningún otro país, el compromiso y el dinamismo de la juventud es bien visible”.

“Los ciudadanos lo que quieren es que se les proteja, que se les garantice su seguridad y una justicia independiente y ágil, que puedan vivir en una paz integral, sostenible y con respeto al medioambiente —reflexionó además Garzón—. Es decir, una convivencia pacífica y cuando eso no se garantiza desde las instituciones o al menos no se ve que haya un compromiso cierto por defenderlo, la sociedad se rompe, la indiferencia se expande y es lo peor que puede ocurrir porque ahí es donde pueden incidir todos los movimientos autoritarios y de represión, de pérdidas y anulación de derechos”. Por esto, “la acción vigilante y militante es permanente”.

Garzón también se pronunció porque los estados deben apostar al “camino del diálogo, de diseñar políticas sociales integradoras, no atentar contra los derechos de los trabajadores consolidados y no se puede criminalizar la protesta hasta el límite de eliminarla ni hasta ningún límite”. A su entender, “lo que hay que hacer es conjugar el equilibrio de los deberes y derechos de los ciudadanos y siempre hay un punto en el que se encuentran. Sufrir la deriva hacia la intransigencia es muy peligroso en cualquier país. Un gobierno tiene que tomar medidas y tiene que hacer vivible la sociedad, por lo tanto a veces algunas normas no nos gustan, pero hay que seguir adelante para conseguir cambiarla”.

Al consultarle qué opinión le merece lo actuado por el gobernador Sergio Urribarri en materia de derechos humanos, respondió: “Creo que es un punto de referencia en la defensa de los derechos humanos y en hacer real lo que se dice, lo que se piensa y lo que se hace, que no siempre coincide. Y actúa, acciona y está claramente implicado en la política de Estado de derechos humanos que se adelanta en Argentina en la actualidad y hace una década; y ese es el camino”.

Por último, Garzón sostuvo: “La Justicia argentina no puede ser comparable antes de que las leyes de Obediencia Debida y Punto Final quedaran anuladas, ni siquiera con las que se actuaron en forma inmediata después de la dictadura. Fue muy importante que la Justicia argentina fuera capaz, en la causa 1384, juzgar a los máximos responsables de las juntas militares. Después las leyes de impunidad fueron una solución que no fue idónea, y han conducido adonde estamos. Gracias a las luchas de las víctimas se produjo el cambio y ese avance de la Justicia en ese ámbito es un ejemplo mundial”. En tanto, planteó que “en otros ámbitos la Justicia argentina tiene los mismos problemas que otros países, y por tanto tiene que ser más transparente y diseñar mecanismos de participación ciudadana, dotándola de los medios adecuados pero no al punto de convertirse de una especie de autarquía”. Elonce.com
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