Frente a la reacción del auditorio, el mandatario siguió su relato en la misma línea y ratificó sus dichos. “Ustedes se ríen, pero yo lo veo así”. agregó en tono risueño.
“¿Qué le recomendarías a tu cliente? Me pongo el traje de economista: comprá dólares. Eso después figura como fuga. Y la verdad que, si lo compran en negro mejor, porque así no tiene que pagar un montón de impuestos estúpidos que hay, todo para financiar a los que levantan la manito y al que lo hace de queruza, para financiar a esos inútiles”, remarcó. En el mismo tono crítico respecto de quienes cuestionan sus políticas económicas, el titular del Ejecutivo aseguró que le “causa gracia” que “los mismos que se quejan de que ahora el tipo de cambio está atrasado, decían que tenía que ser $600 y la hipótesis de inflación que tenían es mucho más alta que la que se está viviendo en la realidad”. “Lo que digo es: ojo con esos economistas, porque no les cierra el modelo”, advirtió. El mandatario ratificó el camino que tomó para cumplir los objetivos de su gestión y enumeró cuáles son los componentes del programa de estabilización. En particular, se refirió al primero: la política fiscal. “Nosotros hasta le hemos puesto nombre a esa política fiscal, se llama motosierra y licuadora”, describió en referencia a los dos términos que utiliza habitualmente para definir su modelo.
“Muchos de los que nos critican por la calidad del ajuste decían que hacer un ajuste de más de un punto del PBI era imposible. Y nosotros apuntábamos a que en el año 2024 tuviéramos déficit cero. Y lo hicimos con tanta convicción que obviamente que tenía licuadora y que tenía motosierra”, destacó. En cuanto a sus proyecciones, Milei descartó que su idea sea que la economía argentina se parezca a la de Alemania ya que el país europeo “tiene un PBI per cápita de US$50.000” y su plan es más ambicioso.
“Yo no quiero ir por cosas chiquitas, yo me quiero parecer a Irlanda. Quiero ir por un PBI per cápita que es 50% más grande que el de Estados Unidos: esa es la revolución que estamos proponiendo, una verdadera revolución de la libertad”, expresó y vaticinó que a 2025 se va a llegar “con tasas de expansión muy fuertes compuestas de rebote y de crecimiento por descapitalización y tasa de inflación cayendo”.
Sobre el final, le envió un mensaje directo al empresariado que lo estaba escuchando y también les hizo una promesa. “Ustedes se tienen que hacer cargo de ser los héroes de esta historia. Yo les voy a allanar el camino; en la medida que la Argentina empiece a crecer, le voy a poner un pie encima al gasto público, tal que lo licue en términos de PBI y empezar a devolverles la plata de los impuestos. De acá al futuro también va a haber mucha baja de impuestos y va a generar además una retroalimentación virtuosa. (Fuente: La Nación)