Política Negociaciones

Salario mínimo: el Gobierno allana el camino para el tope del 20%

Este año, el salario mínimo incidirá por primera vez en la determinación del "salario social complementario" que prevé la ley de Emergencia Social que se sancionó a fin de año a instancia de la presión de organizaciones piqueteras.
El Gobierno encontró un eco inicial favorable a su postura de fijar un tope de 20% para el aumento en el salario mínimo que deberá resolverse a fin de mes. Fue durante los encuentros de la delegación argentina que participa de la 106 Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza. El aval, esbozado por grandes gremios que ya pactaron en sus propias paritarias en subas para este año en torno del 20%, abrió sin embargo una fisura entre dirigentes de la propia CGT, además de los previsibles con las dos versiones de la CTA que también concurrieron al debate internacional, publica Ámbito Financiero.

Entre los viajeros a Ginebra de la central sindical mayoritaria admitieron ayer que no es uniforme la postura frente al inminente debate en el Consejo del Salario, citado por el Ministerio de Trabajo para el 27 de junio. Si bien en público todos declaman la necesidad de subir el piso salarial en al menos 25%, de modo tal de llevarlo por encima de la barrera de los 10 mil pesos, las jornadas en la OIT le permitieron al ministro Jorge Triaca desplegar una serie de encuentros fuera de la agenda con referentes de los sectores internos de la organización a fin de convencerlos de la necesidad de fijar un ajuste menor.

No se trata de una cuestión simbólica, como solía suceder con el salario mínimo cuando apenas alcanzaba de manera directa a 200 mil trabajadores no regidos por convenios colectivos y, en forma indirecta, servía como referencia para ajustes de contratos o planteos de asalariados informales. Este año, el salario mínimo incidirá por primera vez en la determinación del "salario social complementario" que prevé la ley de Emergencia Social que se sancionó a fin de año a instancia de la presión de organizaciones piqueteras.

Pero también el piso que deben negociar empresarios y sindicalistas con el arbitraje de la cartera laboral debería impactar sobre los ingresos de los docentes, que en una eventual negociación de la paritaria nacional (por ahora rechazada por el Gobierno) esperan asegurarse como mínimo obtener un 20% más que el salario mínimo. Ambos ejes, con repercusión sobre el Tesoro y las economías provinciales, le darán este año una relevancia inédita al Consejo del Salario.

En la CGT reconocieron que Triaca intentará encorsetar en torno del 20% la suba del mínimo con el apoyo de dirigentes de grandes gremios que pautaron sus propias subas en esos parámetros, como Armando Cavalieri (Comercio, 20%), Gerardo Martínez (Construcción, 22%), Andrés Rodríguez (estatales de UPCN, 20% más presentismo), Roberto Fernández (colectiveros, UTA, 20%) o Carlos Acuña (estaciones de servicio, 22%), entre otros. También, con el apoyo del oficialista Gerónimo Venegas y sus 62 Organizaciones, invitados a la OIT y al debate en el Consejo.

Mientras que otros gremialistas de peso en la estructura de la CGT -aunque menor en comparación con los denominados "gordos" y los "independientes"- prometieron dar el debate interno para llegar al 25%, como Antonio Caló (de los metalúrgicos de UOM, que alcanzaron ese nivel en su paritaria) y los asociados con Hugo Moyano.

El escenario ideal para el Gobierno implicaría llevar el salario mínimo de los actuales $8.060 a 9.672 pesos en tanto que la expectativa de máxima de la CGT llega a cerca de 10.075 con una suba del 25 por ciento. Las dos CTA, siempre derrotadas en los debates, pedirán llevar el piso a entre 14 y 15 mil pesos para acercarlo a la canasta básica.
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