En ese marco, un grupo de madres había ingresado a la Gobernación para reclamarle a Alicia Kirchner, que se inicien las clases en la provincia, publicaron medios locales.
La mandataria provincial estaba reunida en la residencia con legisladores nacionales de la oposición y del oficialismo para analizar la crisis económica que atraviesa Santa Cruz.
Pasadas las 21:00 y luego de una asamblea realizada por los manifestantes, se determinó entre otras medidas no dejar salir a la gobernadora hasta que esta los reciba y realizar "un pedido popular para su juicio político".
Los manifestantes reclaman que el gobierno local garantice el inicio de las clases en la provincia y les pague los salarios a los docentes, quienes piden además un aumento y convocaron nuevamente a un paro.
En aquel encuentro, Alicia Kirchner le estaba entregando a los dirigentes una carpeta en la que detallaba el presupuesto y los gastos de Santa Cruz, con el objetivo de que soliciten ayuda al Gobierno nacional para hacer frente a la grave crisis que sufren diferentes sectores públicos de la provincia.
Paralelamente, decenas de jubilados y trabajadores estatales esperaban fuera de la Casa de Gobierno la salida de la gobernadora para exigirle el pago de los sueldos y de los haberes jubilatorios.
Los manifestantes llegaron luego de enterarse que la mandataria se encontraría allí, manteniendo la reunión con los diputados, tal como ocurrió el 21 de abril pasado durante la visita de la expresidenta Cristina Kirchner junto a su nieta, Helena.
En esa ocasión, la gobernadora también se vio obligada a permanecer dentro de la Casa de Gobierno hasta la madrugada por una manifestación de estatales y poco después, cuando estaba acompañada por la expresidenta, fue atacada la residencia oficial.
Los gremios docentes en la provincia comenzaron este lunes un paro de 120 horas, mientras los estatales de ATE hicieron lo mismo pero por 72 horas.
