Política Nivel primario

Los aplazos siguen prohibidos en Entre Ríos: La nota más baja es el 4

Poner un 1 equivale a sostener que el estudiante "que no aprendió nada. Y en realidad, los chicos aprenden, aunque no aprenden todo", dijo una vocal del Consejo de Educación. Apuntan a resguardar las trayectorias escolares de los alumnos.
La nota más baja que se puede poner a los alumnos en Entre Ríos es el 4. De ese modo, la Provincia mantiene su tesitura de prohibición de los aplazos, medida que no rige en la provincia de Buenos Aires, donde la gobernadora María Eugenia Vidal decidió reinstaurarlos.

"De lo que se trata es de cuidar las trayectorias escolares de los chicos. Los aplazos no cuentan como procesos de aprendizaje", dice Marcela Mangeón, vocal del Consejo General de Educación.

De ese modo, la provincia sigue a pie juntillas los lineamientos que instauró en 2012 el Consejo Federal de Cultura y Educación, que reúne a los titulares de las carteras educativas de todo el país, cuando dictó la resolución Nº 174 que fijó las "Pautas federales para el mejoramiento de la enseñanza y el aprendizaje y las trayectorias escolares, en el nivel inicial, nivel primario y modalidades, y su regulación".

Esa resolución del Consejo Federal de Cultura y Educación planteó que "la desigualdad social se expresa de manera negativa en el sistema educativo: las trayectorias escolares de los estudiantes, en general las de los sectores más necesitados, se ven reiteradamente obstaculizadas por ingresos tardíos, abandonos transitorios y permanentes y múltiples repitencias."

Una trayectoria escolar hipotética plantea que el ingreso al sistema escolar se da a los cinco años, en el nivel inicial; sigue la aprobación año a año de los seis grados del nivel primario; continúa con la aprobación año a año de los 6 años del nivel secundario -o siete años en las técnicas y aerotécnicas-; y el egreso del tramo obligatorio luego de 13 años de escolaridad, con lo cual entre los 17 o 18 años un adolescentes tendría en su mano su título secundario.

Sin embargo, en la práctica no se da así: repitencia, sobreedad, abandono temporario, ausentismo son algunos de los condicionantes que desarman esa trayectoria escolar ideal. Incluso, muchos alumnos de las secundaria diurnas, por diferentes motivos, se trasladan hacia las escuelas nocturnas, y engrosan su matrícula.

La provincia instrumentó la veda de los aplazos a través de la resolución Nº 1.550 del año 2013. Los lineamientos de esa norma, que instó a las escuelas a reorganizar su trabajo pedagógico "que renueven la convicción que todos los chicos pueden aprender si se modifican, cuando es necesario, las condiciones de enseñanza, entre ellas, ganar mayor continuidad pedagógica y ofrecer una diversidad de estrategias de enseñanza".

Mangeón dice que la veda de los aplazos se relaciona con la necesidad de "cuidar las trayectorias" escolares de los alumnos. Dice que así lo fijó el Consejo Federal de Cultura y Educación, y a esa normativa se adhirió Entre Ríos.

"Nosotros seguimos en el mismo proceso. Validamos el contenido de la resolución 174, porque el Consejo Federal de Educación no ha dicho lo opuesto. Y acá en Entre Ríos refrendamos esa directiva con el dictado de la resolución Nº 1.550 en 2013. En realidad, nunca tuvieron entidad los aplazos", dice la vocal del CGE.
Mangeón observa que de ese modo se "cuida la trayectoria", porque, agrega, "no es lo mismo poner un 1 que poner un 4, y sin embargo en ambas situaciones el alumnos no aprueba. Pero lo que decimos es que hay que tener mucho cuidado de poner un 1, un 2 o un 3, porque se juegan otras expectativas con los alumnos. Con un 4 sabes que estás en dificultades; los padres también lo saben, saben lo que hay que marcar hacia delante, y pone la necesidad de aprender los contenidos. Y que se puede conseguir. En cambio, poner un 1 es algo irremontable".

En la visión de la funcionaria del CGE, calificar a un alumno con un 1 equivale a decir "que no aprendió nada. Y en realidad, los chicos aprenden, aunque no aprenden todo. O fallan en la retención de contenidos memorísticos, y eso deriva en esa calificación. Y eso es precisamente lo que no se quiere. El 0 desapareció, porque ahora hay nuevos paradigmas en los procesos de enseñanza y aprendizaje -sostiene Mangeón-. Los procesos de enseñanza son diferentes. Nadie puede decir que un chico no aprende. Decimos que todos pueden aprender, todos pueden enseñar. No es que uno retrocede en la escuela", dijo a El Diario.
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