En una entrevista con La Nación, la primera a un medio gráfico desde el triunfo de Mauricio Macri, aseguró que trabajará para "ayudar" al próximo gobierno, habló del liderazgo que se disputa en el peronismo y su nuevo lugar en el escenario político. "Siento que podría ayudar desde el llano, como un militante más", dijo.
-¿Qué evaluación hace de la elección? ¿Qué pasó?
-Qué pasó. Yo soy una persona agradecida y comprometida con el país. Agradecida a los 12 millones de argentinos que en su propia defensa protagonizaron un apoyo, y yo me quiero comprometer más que nunca con ellos. Voy a defenderlos y a influir positivamente, con un espíritu constructivo y de colaboración. Tomé siempre las victorias con humildad y ahora en la derrota con grandeza.
-¿Qué le faltó?
Muchas cosas, pero las cosas las asumo y me exijo más. Ahora miro para adelante. A pesar de todo lo que se decía, terminamos cabeza a cabeza. Esto me exige una gran responsabilidad y prudencia de cara al futuro. La gente eligió otro camino. Es momento de poner el hombro y colaborar.
-Si se fija en las declaraciones de Aníbal Fernández o Zannini, da la sensación de que el FPV no perdió el domingo. ¿Coincide con ese análisis?
-Todos reconocieron que ganó Macri. Pero nadie puede desconocer también un escenario de paridad y fundamentalmente el volumen de votos que hemos obtenido.
-¿Qué sigue para usted?
-De mi parte voy a buscar ayudar, ayudar y ayudar.
-¿Dónde visualiza ese lugar?
-Siempre aportando ideas superadoras. Siempre por la positiva. Yo generé una usina de ideas, que es la Fundación DAR, que viene trabajando desde hace cuatro años, y sobre esa base y toda mi experiencia voy a tratar siempre de aportar.
-El peronismo no suele dar otra oportunidad a los que protagonizaron una derrota. ¿Cómo imagina esa relación?
-Siento la gratificación y el reconocimiento unánime por todo el trabajo que he hecho. Tengo gratitud para los gobernadores, intendentes, gremios y movimientos sociales, ellos vieron la garra que puse. Eso ha generado algo importante.
-¿Considera que los 12 millones de votos que obtuvo lo ponen como interlocutor del PJ ante el flamante presidente?
-En primer lugar, tenemos la finalización de nuestra gestión. Luego asumirá Macri, que la gente se vaya de vacaciones tranquila y que pase unas buenas fiestas. Han sido muy intensos estos últimos dos años, no puedo estar haciendo futurología.
-Pero usted sabe que la disputa por el liderazgo del peronismo ya comenzó.
-No veo para nada eso. Veo un espíritu de unidad y solidaridad. Soy respetuoso de la institucionalidad del partido. Andando se verán los pingos.
-¿Buscará competir como senador en 2017?
-En este momento, te digo sinceramente, de ninguna manera explicitaría algo semejante. Todavía está fresca la elección y tengo que concluir mi mandato. Sería una imprudencia y una irresponsabilidad.
-Se reunió con la Presidenta. ¿Qué le dijo?
-Fue una muy buena charla, se puso en valor cómo la gente protagonizó un gran respaldo a lo que le propusimos. Ahora llegó el momento de hacer las transiciones ordenadas.
-La Presidenta también parece decidida a conducir la oposición. ¿Se ve compitiendo por ese lugar con ella?
-Vamos a ver. Hoy la veo abocada a la gestión. Mañana [por hoy]también hay una reunión muy importante con los gobernadores.
-¿Usted, Cristina Kirchner, Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa son algunos de los que podrían pelear ese liderazgo?
-Éste ha sido un proyecto colectivo. No estoy pensando en eso, las cosas se van dando. La gente te pone en uno u otro lugar. Sin duda, Cristina es una gran protagonista, pero es muy prematuro hablar de eso.
-¿Massa puede volver al PJ?
-Todo está muy fresco. En este momento corresponde que los argentinos sepan mi gratitud y mi voluntad de ayudar.
-Al obtener el 48,6% de los votos, ¿cree que podría presentarse como una especie de garante de gobernabilidad?
-De ninguna manera. No soy omnipotente. La sociedad nos puso a cada uno en su lugar. Jamás especulé y nunca traicioné a nadie.
-Ahora que habló de traición, ¿siente que alguien lo traicionó durante los últimos meses?
-No. Cuando tenés prácticamente la mitad de los votos de la Argentina, yo miro eso.
-¿La candidatura de Aníbal Fernández fue una carga demasiado pesada?
-Miro para adelante. La provincia ya eligió y yo voy a ayudar siempre.
-Una de las cuestiones que se le critican fue la falta de construcción de un poder propio.
-En la provincia saqué todas las leyes que quise. Es una historieta que los legisladores responden a un dirigente, no es así.
-¿No piensa abandonar la política?
-No sé por qué se especula con eso. Que la gente sepa que tiene en mí siempre un compatriota con toda la voluntad de ayudar.
-Entonces, le repito, ¿en 2017 podría retornar?
-Mirá si voy a estar pensando en 2017, sería desopilante.
-¿Tiene algo que reprocharse?
-Siempre, soy muy autocrítico. Cuando te quedás ahí, a tan pocos votos, se te pasan muchas cosas por la cabeza.
-¿Como qué?
-Yo veo el lado positivo.
-¿Volvió a hablar con Macri?
-No, no.
-¿Quedaron en encontrarse en el futuro en la charla de domingo?
-Seguramente. Me conoce desde hace 30 años, más allá de la dinámica de la campaña.
-¿La relación quedó resentida?
-Es la tensión lógica de la campaña y de discutir ideas. Nunca desde el plano personal. Yo soy el mismo de siempre, nuestras mujeres se conocen desde hace muchos años, compartí con él muchas cosas. Cuando salió del secuestro, a los pocos días lo vi. A su padre lo conozco mucho también. Tenemos dos visiones distintas de país, él defendió la suya y la gente se entusiasmó más con la alternancia y con el cambio. Ojalá que Dios lo ilumine.